UNA METAMORFOSIS ECONÓMICA Y PRODUCTIVA PERMITIÓ HACE AÑOS QUE EN LA ACTUALIDAD TODOS PODAMOS COMER POLLO
Sin embargo, todavía los hay que se quejan, que no transigen con estos cambios que llevan a la masificación. Ya no saben como antes, dicen. Ese tipo de comentarios no dejan de ser un tanto elitistas. Afortunadamente ahora se pueden encontrar distintas calidades, diferentes clases y tipos de pollos en el mercado. Desde el pollo más barato, proveniente de animales sacrificados con 45-49 días (un pollo corriente, de los de antes, se mataba con más de 100 días de vida), pasando por animales con unos 60 días y criados en corrales con más espacio y con alimentos que resaltan el color amarillo de la grasa (maíz principalmente, pero no nos engañemos, también extractos y aditivos que provocan ese color, y que dicho sea de paso, son tan sanos y tan sin problemas como el propio maíz), hasta incluso capones con denominación de origen. Una curiosidad, cuando alguna casa comercial saca un pollo con características que se asocian a más calidad (de más edad, con alimentos 100% vegetales….), lo que irremediablemente repercute en el precio, se ven negros para vender lo suficiente para hacer el sistema rentable. Es decir, que preocupa mucho que la carne de pollo sea sabrosa, de animales explotados en condiciones del máximo bienestar posible, que coman solo granos de cereales, a ser posible maíz, que no tomen antibióticos y que en las bandejas no tengan un charquito de exudado, pero siempre que eso no suponga un incremento en el precio. Al final, en la práctica, el primer y más importante condicionante de las ventas es el precio
Me ha gustado tu artículo, Orges.
Es verdad que el pollo era antes un plato para días especiales. A veces mamá lo preparaba en una olla horno y qué bien olía toda la casa.
Lo de considerar el precio por encima de la propia salud o del tipo de vida del pollo es muy sintomático de los tiempos que corren y de los valores (tendencias) más generalizadas. Hace unos años viví con un grupo de jóvenes que no se paraban a saborear lo que comían, ni querían buscar sabores nuevos, sino que simplemente cubrían todo con una buena capa de Ketchup. Ese era el sabor esperado y deseado.
Para mí sigue siendo el pollo asado con patatas fritas la “comida especial” por excelencia, el plato de los domingos de muchos días de la niñez.
Eso sí, no he vuelto a comer pollo que tenga el mismo sabor y olor de los de antaño, ni tomates ni patatas fritas. Las rosas carecen del olor de las primaveras pasadas, aunque la belleza de la forma siga intacta.
El precio, esa es la batalla. Muy bien que el bicho esté sanote y criado el libertad con masajes cotidianos pero sólo si es al mismo precio. Si es más caro pues que le críen un poco peor. ¡Que razón tienes!. ¿Que tal tu conferencia?.
Roberto
Sí, algunas cosas de antes tal vez supieran mejor (sé de muchas que no) pero no todos podían optar a ellas, ni con la frecuencia deseada.
Sí, y el pollo es un buen ejemplo de ello.
Pero puede que pase como con un juguete, que se valora más si es el único que uno tiene.
Con todo respeto, es muy triste que nadie en este blog piense en los verdaderos protagonista de la historia, los millones de seres que fueron criados para sufrir y morir sólo por satisfacer nuestro capricho de comer una determinada carne.
Sería estupendo que pudiérais informaros para ver que no es encesario comerse a otros animales, y hacer empatía con los pollos, las vacas, las sardinas… que, como nosotros los humanos, quieren vivir y ser libres.
Se puede ser vegano y nos usar a ningún animal en nuestra vida diaria.
Si queréis ampliar información os invito a visitar la web http://www.defensanimal.org
Gracias.
me gustaria conocer mas imagenes de sus galpones para poder tener referencias y novedaDES para realizarlos en nuestro municipio y asi realizar nuevas empresas destinadas a la produccion de pollos