LAS EXPECTATIVAS LAS CREA EL ASPECTO

imageCuando alguien se dispone a consumir un alimento, incluso cuando simplemente se elige durante la compra, la primera información que se recibe del mismo (a veces la única, en el caso de la compra) es la del aspecto a través de la vista. Este hecho lo conocen bien las empresas de alimentación, que se preocupan de emplear envases atractivos, de evitar que aparezcan charquitos de exudado en las barquetas de filetes, de manejar la iluminación en los expositores o de mantener el color rojo vivo de la carne en los lineales de las grandes superficies durante el mayor tiempo posible. La percepción del aspecto comienza a crear una opinión sobre el alimento que se va a consumir, colocándolo ya de salida en el cajón de lo que nos gusta o de lo que no nos parece atractivo. Pero además, nos crea una serie de expectativas, nos va predisponiendo hacia determinados sabores, texturas y aromas. Si lo que finalmente paladeamos es acorde a la expectativa o no, es determinante finalmente para evaluar si algo nos gusta mucho o poco (pero también si nos resulta sorprendente o anodino). Ejemplos:

En la industria de los zumos se han hecho pruebas a base de extractos aromáticos de zumo de naranja, en las que se daban a probar zumos con exactamente el mismo aroma pero con diferentes colores a multitud de consumidores. Como regla general, los consumidores preferían con mucho los zumos con coloraciones naranjas, penalizaban bastante aquellos zumos que eran transparentes, y puntuaban muy bajo los que tenían coloraciones azuladas. Por supuesto, cuando estas mismas pruebas se hacían en oscuridad todos los zumos obtenían parecidas puntuaciones. Es decir, que a pesar de que todos los zumos resultaban igualmente atractivos para los sentidos del gusto y del olfato, la expectativa previa que había creado el color naranja y el que ese color casase con el sabor que posteriormente se percibía, eran determinantes para que finalmente ese zumo resultase mucho más atractivo.

Cuando estuve en Bélgica, Peter Barham hizo un experimento con algunas personas del público. Sin que le vieran, sirvió vino blanco en diferentes copas. A la mitad de estas copas les añadió un colorante que imitaba bastante bien el color del vino tinto. Después dio a probar el vino a una serie de voluntarios, primero el blanco y después el tinto. Como el vino no era muy bueno (pero los catadores tampoco), la opinión sobre el vino blanco sin colorante fue más o menos de indiferencia. Cuando les dio a probar el que parecía tinto a los voluntarios, las caras fueron de tremendo desagrado. El aroma, sabor, percepción en boca y demás atributos sensoriales eran los mimos (el colorante era completamente insípido), pero ellos esperaban entonces degustar vino tinto, era eso lo que les había informado la vista, y el gusto se sintió después engañado.

3 pensamientos en “LAS EXPECTATIVAS LAS CREA EL ASPECTO

  1. Es muy curioso lo que influye el color en las expectativas. Yo soy adicta al gazpacho y al salmorejo. Siempre que veo un líquido o crema de color anaranjado-rojizo los jugos gástricos empiezan a hacer de lo suyo, incluso cuando sé de antemano que se trata de una crema de tomate, zanahorias o calabaza.
    No sé si tendrá mucho que ver pero no me gusta tomar vino en copas de colores. Prefiero ver el color del vino tal y como es.
    Hablando de colores y sensaciones… el cuadro que pusiste es de la época azul de Picasso, en la que el pintor pasaba por un mal momento de depresión en Francia agudizado por el suicidio de un buen amigo. El azul es un color frío y triste y puede ser por esto que no es un color atractivo en los alimentos.
    Aqui en gringolandia el uso de los colores en alimentos se lleva a su extremo. Los colores chillones se usan mucho en repostería como en los merengues y natas de las tartas y en las bebidas, y que es algo que a mi me produce aversión

  2. Sí, lo de los colores llamativos en los alimentos procesados en USA a mí me resultaba como para niños… bueno, un poco sí que lo son.
    Y lo del azul, bueno, en la naturaleza parece que los colores chillones se asocian a veneno, no a comida. Hay pocos alimentos azules. Violetas sí, pero azules…

  3. Bueno, es verdad que muchos colores chillones en la naturaleza se asocian a venenos, pero no todo lo que tiene color llamativo es venenoso. Lo que ocurre es que muchos productos de color intenso están tan integrados en nuestra rutina que ni siquiera nos damos cuenta. Piensa en las naranjas, los limones, limas, tomates, muchas bayas, y un largo etc. Yo los utilizo para darle color y un toque de frescura a mi cocina. Los pongo en envases de cristal transparente (algo así como floreros). Depende de cómo me siento, a veces pongo un color por envase o mezclo productos de distintos colores. Además, los colorantes naturales que se utilizan en alimentacion se obtienen de frutas, bayas, plantas e incluso de insectos, como el color carmín (E-120).
    Volviendo al color azul en particular, es un color poco abundante en la naturaleza y además resulta poco atractivo en alimentación. Estos enlaces son de productos de la marca heinz, ketchup azul y patatas fritas azules, que salieron al mercado hace unos tres años en Estados Unidos y los tuvieron que retirar porque no tuvieron mucha aceptación.
    http://money.cnn.com/2003/06/17/news/companies/failed_food/?cnn=yes
    http://www.usatoday.com/money/industries/food/2003-04-07-blue-ketchup_x.htm

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