En el de la Universidad Politécnica de Valencia, haciendo referencia a las I Jornadas INDAGA, con entrevistas a algunos de los participantes. El enlace es aquí (hay que ir hasta el minuto 1:00). Se admiten comentarios y burlas sin saña y con respeto.
El cuadro es «Jardín Seco», de Fernando Zobel, otra debilidad.
La margarita se agita
Sobre comida y alimentos
Me parece maravilloso todo lo que estais haciendo. Pero una pregunta, ¿estas conferencias son solo para los científicos o profesionales de la gastronomía, como yo, pueden acudir a ellas?
He leído tus últimos artículos y como siempre, me ayudan y me gustan.
Espero tu respuesta, al correo que te mandé a tu direccion personal.
Todo es tan sorprendente, que cuanto mas leo, mas cuenta me doy de lo mucho que me queda por saber.
Saludos
Elena
Gracias Elena.
Del email que me mandaste, no te he contestado porque tengo que concretar detalles con Raúl (el cocinero), pero en esta semana te respondo.
Cada conferencia, curso, charla, jornada o lo que sea, tiene sus condiciones. Las conferencias y jornadas suelen ser de acceso libre, pero los cursos casi siempre son restringidos (a quien lo organiza o si se trata de un colegio profesional, a los colegiados).
Y sí, siempre, siempre, queda por aprender. Y cuando sabes un poco, te das cuenta que además, las verdades que creías absolutas, no son tan inamovibles. Eso es lo divertido.
Saludos
Se te va el acento extremeño en las entrevistas; hoy no hay burlas ni comentarios sarcásticos, todo lo contrario, poco a poco me voy enterando de todas estas cosas de la ¿nueva cocina? de las que no tenía ni idea.
Me he puesto aún más ancha cuando te he visto, creo que hasta me he emocionado acordándome del niño que lloraba cuando iba al colegio, ¿te pones nervioso antes de dar una conferencia?
No, no me pongo nervioso; es más, me “pone” un montón hablar en público (es de la única manera que consigo que la gente me escuche).
Lo del acento es comentario generalizado: me sale la sangre abulense cuando hablo en público (incluso aunque el público sea uno, si no lo conozco previamente).
Y de lo de llorar cuando iba al colegio, no me acuerdo. Solamente recuerdo que un tal Vinagre (los tíos solemos recordar los nombres de los compañeros por los apellidos), mucho más grande que yo, me mordía en la mano y yo me sentía indefenso. Era el Colegio Sagrado Corazón, y lo que no podré olvidar jamás era el indescriptible (pero horripilante) olor de la comida de las internas.
Que pasada, por fin os he podido conocer…en el ajo, enhorabuena Jorge… desde luego es todo un logro llegar donde estais llegando…el video lo he puesto hoy en clase de tecnología de los alimentos… aunque estamos con las enzimas alimentarias…
Un saludo
Javier
Gracias Javier por tu comentario. Me dijo Puri que a lo mejor cuelgan en el servidor de la UPV los vídeos de las jornadas enteras. Si finalmente las ponen ya avisaré en lamarga.