COMER CON FE

laultimacena

Y no se trata de la actitud religiosa para con la comida que adoptan algunos, confiando ciegamente en los poderes curativos y milagrosos de determinados alimentos (los “naturales”, los “vegetales”, los “puros”…) y demonizando a otros, que son encarnación del mal, responsables de la enfermedad, complot de la modernidad contra la salud humana. No, los tiros no van por ahí.
Entre los determinantes del consumo de alimentos en las diferentes culturas, la religión juega un papel destacado, prohibiendo determinados alimentos y santificando otros (curiosa similitud con la actitud de los talibán de la alimentación “pura” ¿no?). En un artículo del Dr. Jesús Contreras publicado por la Fundación Medicina y Humanidades Médicas, se detallan algunos de los tabúes alimenticios ligados a las religiones mayoritarias, así como determinada simbología religiosa asociada a alimentos como el pan o la carne. El artículo entero merece la pena, pero a mí me resultan especialmente interesantes los asuntos agroeconómicos ligados a la religión. Se comenta en esta revisión cómo algunos investigadores (muy especialmente Marvin Harris, en su famoso libro “Bueno para comer”, muy recomendable: está en Alianza) opinan que determinadas prohibiciones religiosas tiene más que ver con razones de subsistencia que con la simbología o con lecturas místicas. Uno de los casos más debatidos es el de la prohibición de comer carne de cerdo, que es común a religiones como la judía y musulmana y otras del medio oriente.

Según estas religiones, se trata de un animal impuro, que representaría las actitudes más execrables del hombre. Otra teoría (me acuerdo que mi padre me la contaba de pequeño como cierta) es aquella que dice que su prohibición tenía que ver con la transmisión de triquinosis, una enfermedad muy grave propia del consumo de carne de cerdo parasitada con Trichinella spiralis (enfermedad que aún hoy es la responsable de que absolutamente todas las carnes de cerdo que se consumen sean inspeccionadas microscópicamente una por una). Así, la prohibición de su consumo habría tenido una carácter higiénico; pero ¿es que los cristianos eran acaso resistentes a esa parasitación?. Marvin Harris nos cuenta que más bien se trataba de una especie (el cerdo) que competía por los mismos alimentos que el hombre. En una zona que sufrió una desertificación muy rápida (el Medio Oriente), criar cerdos suponía emplear alimentos que podían ser consumidos por el hombre, mientras que los rumiantes (especialmente cabras y ovejas) pueden subsistir comiendo alimentos fibrosos que no son comestibles para el hombre. Vete tú a saber, pero esta teoría me parece más lógica que la mística.
Otros asuntos interesantes, que ya tratamos en lamargarita hace tres años, son las implicaciones éticas y sanitarias de algunas costumbres religiosas. Por ejemplo, en Europa es obligatorio insensibilizar a los animales antes del sacrificio, para evitar su sufrimiento y facilitar las operaciones de matanza. Pero se contempla la excepción de los sacrificios Halal y Kosher (para musulmanes y judíos). Hasta hace poco también estaba admitido sacrificar los cerdos sin aturdir en la matanza domiciliaría, por la arraigada tradición que tiene en algunas zonas (como Extremadura), pero desde hace poco ya no: también hay que aturdir al animal si se quiere hacer la matanza en casa. Y algunos se preguntan si la religión es motivo suficiente para justificar el sufrimiento animal. Y si los corderitos no sufren al ser sometidos a degüello (seccionar la traquea y grandes arterias y venas por corte transversal del cuello, pero sin llegar a la médula espinal) sin aturdimiento previo, pues que se admita ese tipo de sacrificio para todos, no solamente en los ritos religiosos.
Y por último, alguna experiencia personal en este sentido (esto no viene en el artículo al que hacía referencia). Mi jefe cuando trabajé en los USA era un judío ortodoxo. De hecho, era uno de los responsables de la interpretación de las prescripciones que su religión tiene sobre alimentos. Porque claro, cuando se escribieron el Deuteronomio o el Levítico, no existían miles de variedades de quesos, ni gusanitos, ni alimentos precocinados, ni hidrocoloides de diferentes orígenes… Mi jefe, Joe Regenstein, catedrático en la Universidad de Cornell, tenía que explicar a los rabinos el procesado de cada alimento para que estos dictaminaran si era Kosher (lo que indica que ese alimento puede ser consumido por los judíos) o no. Algunos casos eran curiosísimos, y hasta él mismo, ortodoxo hasta la médula, se quejaba del proceder de su religión. Por ejemplo, tuvieron que evaluar si los quesos de pasta cocida (como el Emmental o el Gruyere), en los que la cuajada se corta con la leche a temperaturas de en torno a 50ºC, era Kosher o no. Para que un queso sea Kosher parece ser que el rabino tiene que introducir las manos en la leche y decir una bendición mientras que se corta la cuajada, una vez que se ha añadido el cuajo (el enzima que consigue que la leche coagule y forme una cuajada, paso fundamental en la elaboración del queso) sobre la leche. Pues bien, se personaron en una empresa de elaboración de queso tipo Emmental (creo recordar) y el rabino que le acompañaba no aguantó la temperatura de la leche en sus manos. Consecuencia: ese queso no podía ser Kosher. Joe decía que ese rabino era un quejica y que no aguantaba nada, que él en cambio podía mantener perfectamente las manos dentro de la leche a esa temperatura. La religión, al final, es muy humana.

El cuadro es “La última cena” de Guido di Pietro da Mugello

12 pensamientos en “COMER CON FE

  1. ¡Atrasados!, lo mejor es una religión moderna y consecuente; se bendice la mesa antes de empezar y listos, de ahí que los cristianos no tuvieran triquinosis y pudieran seguir comiendo cerdo. 

  2. That’s kosher! es un expresión que ya se hace extensiva en los EEUU para decir que cualquier cosa es correcta y va ganando terreno al That’s OK! de toda la vida.
    Jorge, a ver si algún día nos cuentas algo de los judios porque tampoco pueden comer aves de tres uñas, los pollos por ejemplo si no son bendecidos antes, o no pueden mezclarlo con animales de dos uñas (entiendo pezuñas) o sus derivados, por ejemplo con la leche. En eso los judios son complejos y siempre andan bendiciendo todo. Por cierto algo tendrá el agua cuando la bendicen. Prefiero el vino.
    Rafa D.

  3. Hola Rafa,
    Sí, lo de las mezclas es curioso. Así que macarrones con carne y queso, nada de nada. En el enlace que pongo lo comentan, pero la verdad, las explicaciones al dogma se me escapan. Joe más bien me contaba anécdotas, como la de que las bolsitas de té normales no son kosher, porque para que la cuerdita de la que penden no se empape, esta está recubierta normalmente de grasa animal, que podría no haber sido sacrificado según el rito (o todavía peor, ser de cerdo). Las cuerdita de las bolsitas de té kosher están impermeabilizadas con grasa vegetal.
    Lo que es curioso es que en USA el sello kosher en los alimentos está adquiriendo un gran prestigio entre vegetarianos y aficionados a la comida naturista (o como se llamen) no judíos, porque (dicen) tienen controles muy, muy estrictos.
    Saludos

  4. Yo cuando me lei el libro de Harris (Cerdos, brujas y no se que mas) me quede fascinado por las ideas esas. Despues con el tiempo decidi que me parecia demasiado repensao. Me gusta mas la cosa de la casualidad. En cualquier caso la religion pa quien la quiera, yo no me privare de comer lo que sea si saben bien, ya sea esterificado, cocinado tradicional, o con una margarita de adorno.
    A raiz de lo que dices de la calidad Kosher, una anecdota que se repite en un matadero de Vic y que me parece curiosa. Viven cerca judios, musulmanes, cristianos y otros…
    Pronto, pronto llegan musulmanes y judios a controlar las piezas que quieren, sacrificio y demás. Total que se llevan lo mejor y como lo quieren.
    Hora de seleccionar el producto convencional para mercados habituales.
    Tercera fase, los chinos se llevan los saldos.
    Yo no se si esto es general, pero es asi en ese caso y me pareceria normal en otros muchos. No te garantiza que sea mas natural ni nada, pero seleccionaos estan, ejjeje.
    Este tipo d libros de alimentacion y demas en plan betseller me ha hecho recordar a uno de los que esta arrasando con bestsellers contra la comida procesada etc. El amigo Michael Pollan. Le has dedicao algun post. Que te parece. No es muy santo de mi devocion, la verdad.

  5. Se me ha olvidao felicitarte por el post y los simbolos d interrogacion sobre si tenias post sobre el pollan (era una pregunta).
    Salud!!!!!!!!!!!!!!

  6. Gracias. No, no ha aparecido Pollan por aquí (con ese apellido y hablando de comer…me recuerda al del padre de la novia). Ni tengo una idea formada sobre sus opiniones (es el de “The omnivore dilemma”, que no sé si está en español). Y sí, yo creo que la confianza que depositan en kosher se basa en ese tipo de cuestiones.
    Y totalmente de acuerdo, las teorías de Harris son apasionantes, pero muchas de ellas están cogidas por los pelos. Y algo que le ocurre a los explicadores de teorías extrañas (pasa mucho en los reportajes estos para explicar por qué desapareció la Atlántida, o para proclamar un nuevo descubridor de América): primero postulan una teoría que explica un cierto hecho (más o menos peregrina), y en la frase siguiente eso ya se asume como cierto, permitiendo la confirmación de la hipótesis más espectacular (no sé si me explico)
    Saludos

  7. Joer…….. me voy a tener que levantar a las 5:30 para poder estar a vuestra altura…desde luego…
    Yo creo que esta gente no conocía lo de la rebanada de pan de pueblo con tomatito y una capita de lascas de ibérico recién cortao…
    Interesante artículo el de este señor….
    Por cierto Orges….¿para cuando el encuentro amilosa versus amilopectina?
    Pofi….
    Un saludo
    Javier

  8. Siendo yo judio, aunque no religioso y no decido que comer segun las leyes de kashrut, a ver si puedo aclarar aunque sea algun detalle de este tema tan extenso y complicado.
    La religion judia ha interpretado el precepto biblico de “No cocinarás a un cabrito en la leche de su madre” (Éxodo 23:6) en formas que han traido como resultado muchisimas reglas que tratan de evitar mezclar leche con carne. Cuando los inspectores religiosos certifican un producto como kosher, especifican si se trata de un producto lacteo, de carne o un producto que no contiene ni el uno ni el otro (a esta tercera categoria la llaman parve). Esta informacion puede ser util a un vegetariano, pero solo hasta cierto grado ya que los tres tipos de productos pueden contener pescados.
    Aparentemente no es nada facil para los vegetarianos coseguir abstenerse completamente de comer derivados animales. He leido, por ejemplo, que hay enzimas que se usan en la elaboracion de panes que se derivan de animales y esto no lo mencionan en la lista de ingredientes. Al comer un pan kosher, se puede estar seguro que no contienen “trampas” de este tipo

  9. Muchas gracias por el comentario.
    Bueno, yo creo que en general a los vegetarianos les da un poco igual que se hayan utilizado enzimas de origen animal para producir pan y cosas de ese tipo. Este tipo de cuestiones suelen importar más a los religiosos (judios, indúes…). POr otra parte, me sigue sin quedar claro cuál es la razón última por la que no deben mezclarse carne y leche.
    Muchas gracias por el comentario. Por cierto, si eres israelí (lo digo por tu email) tienes un español muy bueno.

  10. Los preceptos biblicos son interpretados en la religion judia en base a un sistema juridico, desarrollado en la “Mishna” y posteriormente en el “Talmud”, con una logica interna muy coherente y sistematica. Usando estas leyes entiende uno como la frase:
    “No cocinarás a un cabrito en la leche de su madre” ha sido interpretada para prohibir mezclar cualquier tipo de carne (incluso pollo) con leche, incluyendo utensilios y platos separados. Claro que mirandolo fuera de este contexto de interpretacion, suena completamente absurdo y extremista (pero por lo menos estas reglas religiosas no perjudican a terceros).
    Espanol es mi lengua materna ya que naci y creci en Mexico. Vine a Israel a estudiar a la universidad y termine quedandome aqui.
    Aprovecho para preguntarte que opinas, desde el punto de vista higienico, del uso que los Roca hacen del destilado de tierra usando el Rotavapor (lo destilan a 55C).
    Acabo de conseguir prestado un Rotavapor nuevito, empacado todavia en su casa, y por unos cuantos dias puedo jugar con el destilando alimentos (..o tierra) hasta que tenga que devolverlo a su dueno donde la maquina empezara a hacer su labor acostumbrada de equipo de laboratorio quimico.

  11. Ni mucho menos quería yo tachar de extremista a estos preceptos. Cada religión tiene los suyos, y son tan absurdos o razonables los unos como los otros. Simplemente quería saber la justificación religiosa para algunos de ellos.
    En cuanto a los destilados y concretamente el de tierra, hay que hacerlo con mucho cuidado. Al destilar, dependiendo del vacío, de la temperatura y del material a destilar, no es extraño que se produzca una ebullición violenta de lo que se está destilando, y contamine el destilado. Al tratarse de tierra, dependiendo de lo que ésta tenga, el destilado podría contener elementos nocivos. Desde luego, para su comercialización, difícilmente este destilado pasaría un ánálisis de puntos críticos. Para autoconsumo…muchos niños comen tierra a puñados.
    Saludos

  12. Pingback: A DIOS ROGANDO… | La margarita se agita

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