OTRA MÁS DE ALIMENTOS ECOLÓGICOS

estudioso leyendo rembrandt
Me levanto con un titular en la prensa que subraya que los alimentos orgánicos (o ecológicos, como más comúnmente les llamamos aquí) no son mejores nutricionalmente que los producidos de manera clásica. Afortunadamente cita la fuente: American Journal of Clinical Nutrition. Y allá que voy. No se trata de nuevos datos analíticos, sino de una revisión profunda de la bibliografía científica existente.

En el estudio, se buscaron publicaciones desde 1958 al 2008 que trataran sobre el tema en cuestión en revistas científicas (es decir, no valen los informes que lleva a cabo un laboratorio para Greenpeace, o para Eroski; la diferencia es que los artículos en revistas científicas son corregidos por al menos dos personas externas a la revista y por un editor científico, que comprueban -con criterio científico- que el estudio está bien hecho). Con esta revisión se detectaron 162 estudios cuyo contenido coincidiera con este tema. De estos estudios se seleccionaron exclusivamente aquellos que trataban sobre la comparación en el contenido en compuestos con interés nutricional entre alimentos producidos de manera ecológica y producidos de manera convencional. Bueno, aquí los autores también emplearon su tiempo en establecer la calidad de los trabajos (que por lo que cuentan, no siempre fue excelente: en algunos no se citaba el número de muestras, o los métodos estadísticos o los métodos analíticos…) para hacer la selección. Se quedaron finalmente con 55 estudios.

Más cortas son las conclusiones: las únicas diferencias encontradas fueron, en el caso de los vegetales, el contenido en nitrógeno (más en los convencionales), y en el contenido en fósforo y en la acidez (más en los ecológicos). Entre las categorías que no mostraron diferencias entre ambos tipos de cultivos estuvieron el contenido en vitamina C, el contenido en compuesto fenólicos (importantes antioxidantes), en magnesio, calcio, potasio, zinc, sólidos solubles totales o cobre.

En lo relativo a carnes producidas de manera ecológica, ninguna diferencia con las convencionales en contenido en grasa ni en cenizas (parte mineral de la carne: sales).

Me reafirmo en lo ya expresado anteriormente aquí en lamarga: quien come alimentos ecológicos lo hace (creo) por otras cuestiones. Este debate sobre si son mejores o peores es estéril.

El cuadro es “Estudioso leyendo” de Rembrandt.

9 pensamientos en “OTRA MÁS DE ALIMENTOS ECOLÓGICOS

  1. Hola a todos y a todas:
    Aunque no lo he leído, creo que María Dolores Raigón (UPV) en su libro “Alimentos Ecológicos, Calidad y Salud” (ISBN: 978-84-8474-217-3) saca unas conclusiones que difieren de lo expuesto.
    Por otra parte comentar que soy consumidor de productos ecológicos, locales, de temporada y de precio justo por muchos motivos que van más allá del valor nutricional.
    Saludos
    David

  2. Jorge, un excelente artículo, ¡sí señor! A ver si lo cojo por banda y lo leo a fondo.
    Como dices entre la composición de uno y otro no hay apenas diferencias, sería interesante tener también resultados de análisis sensoriales serios. Quizás ahí podríamos obtener alguna aclaración.
    Un saludo!

  3. Que buen artículo Orges, la verdad es que esta es la única manera de frenar de forma “estricta” toda la parafernalia que hay montada en cuanto al consumo de productos ecológicos…
    Durante los días 25 y 26 de Junio, asistí a unas jornadas sobre alimentos ecológicos aquí en Sevilla, y la verdad es que todo lo que se expuso eran ventajas y beneficios, quizás en lo sensorial si eran mejores, pero me imagino que un tomate cultivado en intensivo pero con un correcto proceso de recogida y maduración tendrá el mismo sabor.
    En fin, todo sea por ayudar a los que tienen huertos ecológicos….no?
    Saludos

  4. Gracias por los comentarios.
    David, yo tampoco conozco el libro de MD Raigón. Buscando en SCI (la base de datos de publicaciones científicas) me salen 7 publicaciones de esta profesora de la UPV, pero en ninguna de ellas compara cultivos ecológicos con tradicionales. La gran diferencia entre la información de un libro o de una página web y la de una revista científica con revisores, es que esta última viene abalada por la revisión del trabajo por entre 2 y 5 personas externas al que ha realizado la investigación, mientras que en un libro puede no haber revisión alguna. En cualquier caso, coincido contigo en que la razón para elegir este tipo de producto por los consumidores no debe ser su valor nutricional.
    Bertus, estoy en ello (el tema de las diferencias sensoriales). Sé que he leído algo al respecto, pero ahora tengo que encontrarlo. En cualquier caso, habrá (seguro) ejemplos de mil tipos. Uno: debe haber pocos cultivos menos ecológicos y sostenibles que el tomate raf, y parece ser que son bastante apreciados por sus características sensoriales. En animales, existen casos (por ejemplo, cerdo Ibérico) donde el cebo en extensivo con su bellota y su hierba, dan lugar a productos de mayor calidad sensorial, pero en terneros o en corderos, en general, los estudios dictaminan que mejor en establos y con piensos.
    Javier, puesto a ayudar, tampoco habría que dejar de ayudar a los que tienen huertos (o ganaderías) no ecológicos. Yo creo que el que consume tiene que saber, y después elegir. Si el conocimiento que tiene es poco sesgado y objetivo (cosa difícil en los tiempos que corren), mejor.
    Saludos

  5. Hola Orges:
    No dudo lo más mínimo de la veracidad de los estudios, tambíen comparto que el consumidor debe de estar informado.
    Pero lo que verdaderamente me da pena es que no deja de ser una información parcial respecto a lo que es la agricultura en nuestros días.
    Con informaciones como esta la sensación es que no es necesario producir de forma ecológica, ya que la convencional obtiene los mismos resultuados. Pienso que debemos mirar más allá y ver que consecuéncias tienen las diferentes formas de producción en la sociedad, el medio ambiente… (Hay mucho de que informar al consumidor).
    Un saludo y enhorabuena.
    David

  6. David,
    Es , en efecto, una información parcial, pero es información. Cuando se hace investigación científica, en cada estudio hay que renunicar a considerar muchos factores diferentes, porque si se hace de esa manera, uno acaba por no poder asignar efectos a cada uno de los factores. En este caso es algo parecido: habrá estudios al respecto (porque es un tema que interesa y tiene su repercusión económica) desde el punto de vista de la composición, del contenido en sustancias tóxicas, desde el punto de vista económico, social, ambiental… No creo que haya que renunciar a ninguno de ellos.
    Saludos y gracias

  7. Flat,
    Lo cierto es que de cultivos de tomate sé más o menos lo mismo que de la cría del camello salvaje, pero en un curso en el que coincidí hace poco con Raimundo García del Moral, habló precisamente de este tipo de tomate como ejemplo de que hay productos no ecológicos que son deliciosos (hay más ejemplos: foie, sin ir más lejos). En este enlace lo explica un poco, aunque sin muchos dato técnicos:
    http://www.lomejordelagastronomia.com/firmas/el-tomate-raf-una-joya-invernal
    Saludos

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