Aquellos (casi diría más bien aquellas) que padezcan migrañas tienen una nueva excusa para poder tomar chocolate: en un estudio presentado en el “14th International Headache Congress”, se han mostrado evidencias del valor del cacao como suplemento dietético para controlar las respuestas inflamatorias en el ganglio trigémino, lo que se piensa que juega un papel importante en las migrañas. Hay que decir, no obstante, que el estudio fue llevado a cabo en ratas de laboratorio, y que estas no informaban de sus dolores de cabeza, sino que se comprobó cómo una dieta enriquecida en cacao disminuía la expresión de proteínas relacionadas con esos procesos inflamatorios.
De cómo algunos componenetes de la dieta afectan a las migrañas ya se ha dicho alguna cosa por lamarga: aquí y aquí.
El cuadro es de Hua Yanfeng: «Recollection of light».
La margarita se agita
Sobre comida y alimentos
Pues muy curioso el trabajo, aunque hay que tener cuidado con extrapolar este tipo de resultado ratoniles a la realidad de la cefalea humana.
Clásicamente el chocolate es uno de los desencadenantes posibles de las crisis migrañosas, junto al vino tinto y los alimentos curados. También hay otros implicados, como cítricos, whisky, cerveza, glutamato y otros.
Sin embargo nunca ha habido una demostración certera de la relación chocolate-cefalea y algunos investigadores la desestiman.
En cualquier caso, estas asociaciones entre posibles desencadenantes y aparición de cefaleas son difíciles de esclarecer en los estudios, en vista de los múltples factores de la vida diaria que pueden participar: dormir mal, estrés labora o familiar, deshidratación, abuso o deprivación cafeínica, ejercicio, etc.
Gracias por el comentario Flat.
Sí, lo de por qué algunos alimentos desencadenan migrañas no está nada claro. La teoría aquella del contenido en histmaina (y/o otras aminas) parece que no tiene mucho respaldo ahora msimo (ver segundo enlace de los dos finales del post), y de hecho algunos lo han relacionado con el contenido en determinados polifenoles (ahí el cacao tendría algo que decir, sin duda). Yo las padezco (flojitas) y no he encontrado todavía cuál es el desencadenante en mí caso.
Y sí, los estudios con ratones… después te encuentras con titulares de prensa en los que parece que ya tenemos la panacea contra unas y otras cosas.
Saludos