¿SE BEBE MÁS CON MÚSICA?

Pues parece ser que sí, o eso es lo que se desprende de un estudio que se publicará en breve en la revista “Food Quality and Preference”. Y no hablo de beber agua, leche o zumo de naranja, sino del bebercio, del alcohol. En el trabajo se plantean si la música que se suele encontrar en los locales donde se habitualmente se consume alcohol puede incitar a beber más.

Por estudios anteriores se han relacionado ya volúmenes de música más elevados con una mayor ingesta de alcohol1 (en condiciones controladas). Esto podría estar relacionado con un efecto indirecto de la música sobre el estado de ánimo (mejor estado de ánimo: más tiempo en ambientes donde se bebe) o bien con un efecto de distracción2 (no se atiende a lo que se está bebiendo: se bebe más).

En este caso, los investigadores de la Universidad de Portsmouth (GB) contaron con 80 individuos a los que se les dieron bebidas que variaban en su contenido alcohólico, y bajo condiciones de distracción diferentes (con música, escuchando una noticia repetida varias veces, o con música y noticia a la vez). Curiosamente, escuchando música se otorgaban puntuaciones más elevadas de sabor dulce (con exactamente las mismas bebidas; ya hablamos aquí en lamarga de cómo el ruido modifica las percepciones), y escuchando música y noticias a la vez, disminuía la capacidad para distinguir el grado de alcohol de la bebida, aunque esto (o además) coincidía con una disminución en la valoración subjetiva personal del estado de ánimo.

Bueno, bueno, vaya galimatías. O sea, que si bebes escuchando noticias de la BBC (era lo que les ponían de noticias) y escuchando música a la vez (vaya combinación) te pones de peor humor y dejas de percibir correctamente el grado de alcohol (con lo que te puede tomar tan tranquilo un Gin-tonic como si fuera una tila, entiendo). Pero si te pones de mejor ánimo (porque te guste la música) o te distraes, también acabas bebiendo más. Vamos, que para beber un poco más tenemos factores para dar y para tomar.

El cuadro es «Tu M’ » de Marcel Duchamp (a raíz del libro de Vila-Matas que me estoy acabando).

  1. Gueguen, N., Le Guellec, H., & Jacob, C. 2004. Sound level of background music and alcohol consumption: An empirical evaluation. Perceptual and Motor Skills, 99, 34–38 []
  2. Bellisle, F., & Dalix, A. M. 2001. Cognitive restraint can be offset by distraction, leading to increased meal intake in women. American Journal of Clinical Nutrition, 74, 197–200 []