INFUNDIENDO QUE ES GERUNDIO

Dice el diccionario de la RAE que infusionar no existe, y yo que de un tiempo a esta parte me he vuelto más bien clásico (a mejor vida pasaron los pelos largos, las muñequeras de clavos y las camisetas de los Maiden), prefiero emplear las palabras que acepta la academia (aunque a veces…). Así que a la “Acción de extraer de las sustancias orgánicas las partes solubles en agua, a una temperatura mayor que la del ambiente y menor que la del agua hirviendo” le llamaré infusión o infundir.

Mientras lo que sea (hojas, semillas, tallos, carne, pecado, espinas, huesos…) permanece dentro del agua, se producen una serie de tránsitos de materia en una y otra dirección. El agua (o el líquido que sea) penetra en el sólido con el que pretendemos hacer la infusión, solubiliza distintos compuestos (aromas, compuestos sápidos, pigmentos que dan color) y posteriormente se reparten por todo el volumen de líquido (vulgo: los extrae).

Si se deja el tiempo suficiente se obtendrá una bebida con alguna de las características del sólido que se introdujo en el interior del líquido: manzanilla, té o café están entre las más clásicas, pero también es una infusión el aceite aromatizado con ajos o el pacharán.

El problema es que todos estos procesos llevan tiempo (unos más que otros) y que a veces no se extrae todo lo que se quiere extraer. Pues bien, hay truquillos, unos más asequibles que otros, para mejorar dicha extracción.

En el blog “Cooking Issues” proponen (de hecho lo utilizan con frecuencia) una manera de hacer una infusión basada en el uso de la presión a la que es sometido el conjunto líquido/material a infundir en el interior de un sifón. Sencillo: se mete el líquido en el sifón, se añade el material a infundir, se cierra el sifón, se cargan un par de botellitas de óxido nitroso (vulgo nitrógeno), se agita y se deja reposar medio minutito. El paso importante es abrir de una manera muy decidida la espita del gas, para que el líquido con el sólido en el interior del sifón sufran una descompresión rápida. Lo vertemos y ¡voila!, el líquido ha adquirido en unos segundos gran parte de las características aromáticas y cromáticas del sólido (vamos, que sabe y tiene el color de aquello con lo que se ha infundido). ¿Por qué?

Bueno, lo que ocurre es que el gas a esa presión penetra en el sólido con bastante facilidad, en forma de pequeñísimas burbujas que ocupan las células y los poros del sólido (también en el líquido). Al descomprimir, las burbujas crecen de tamaño y rompen las estructuras que las contenían, permitiendo una más rápida solubilización de aromas y pigmentos. En «Cooking issues» lo proponen con profusión para elaborar cócteles: se aromatiza la bebida alcohólica con lo que sea (canela, cáscara de limón, lima…) en unos instantes.

Una alternativa a este tipo de infusión es el uso de los ultrasonidos. El proceso consiste en introducir el sólido para infundir y el líquido en un vaso, introducir en el interior el emisor de ultrasonidos (también se puede hacer en un baño de esos de lavar gafas, pero la intensidad de los ultrasonidos es muy baja, y se extrae mucho menos) y ponerlo a funcionar durante unos minutos. Los ultrasonidos (como su nombre indica) son ondas que tienen una frecuencia superior a la de los sonidos y que pueden llegar a tener una energía muy elevada. En contacto con los tejidos del alimento sólido, provocan la rotura de paredes celulares, lo que favorece que la infusión se realice de una manera mucho más rápida e intensa. Problemas variopintos: los equipos de ultrasonidos con suficiente potencia son caros, el líquido se calienta bastante, por lo que hay que tenerlo en un baño con hielo, y tiene un sabor final ligeramente extraño, tal vez por que se disparen algunas reacciones de oxidación.

Hicimos Bea y yo unas pruebas con vodka aromatizado con cáscara de limón(siempre hacemos experimentos simples, porque con cócteles complejos se enmascara más el posible efecto). Utilizamos siempre la misma proporción de vodka y cáscara de limón, y lo infundimos de tres maneras: dejándolo durante hora y media a temperatura ambiente (en torno a 25ºC), introduciéndolo en un baño de ultrasonidos durante 10 minutos (no introdujimos el emisor potente en el interior, porque vate tú a saber qué cosas tendrá en su superficie después de años y años de uso en el laboratorio) e introduciéndolo en el sifón con dos cargas de óxido nitroso y agitándolo durante 30 segundos. Aquí está la foto:

 

El de la derecha es la infusión con sifón, el de la izquierda con ultrasonidos y el del centro a temperatura ambiente. Estos dos últimos se parecían mucho en sabor, aroma y color, pero uno tardo 12 veces menos tiempo. El elaborado con sifón tenía un aroma mucho, mucho más intenso. De hecho, en este caso, fue demasiado intenso a limón, porque no habíamos ajustado la dosis. Y todo en menos de 1 minuto. Un posible problema es que el líquido quedó turbio y mucho menos vistoso. Eso a gusto del consumidor.

Existen muchos posibles usos de la infusión con presión, desde hacer un café rápido (he leído que queda como más flojito), hasta aromatizar sólidos, como proponen en alguna receta del blog de «Ideas in food» (y hace poco lo he visto en este espléndido blog español).

El cuadro es «Martini Alfresco» de Steve Mills.

7 pensamientos en “INFUNDIENDO QUE ES GERUNDIO

  1. Orges, si no introdujísteis el emisor de US en el líquido, ¿cómo hicísteis? Ya sabes que el haz de US necesita una interfase conductora para transmitirse, y el aire no es una buena interfaz. Podría hacerse metiendo el vodka+limón en una bolsa de plástico, pero a través del cristal, no creo…

  2. ¡Qué comparativa más interesante! Yo he probado el ultrasonidos para infundir mantequilla con cabezas y restos de marisco, pero no lo he comparado en paralelo con otras opciones. Recuerdo que en Modernist Cuisine lo emplean para extraer los aromas de la trufa a aceites y mantequillas, y para mejorar los caldos de pescado, creo, después de la cocción. ¿Sabes qué frecuencia/potencia tiene el ultrasonidos que has empleado en tu prueba?

  3. Gracias por los comentarios, Enrique e iMAM

    iMAM, lo hice con un equipo de baño de ultrasonidos, esto es, de los que emiten hacia el interior de un baño con agua, dentro del cual introdujimos el vaso con el vodka y el limón. Por supuesto, con tanto cambio de fase (baño/agua; agua/vaso; vaso/vodka; vodka/limón) y teniendo en cuenta que estos equipos, aunque mucho más potentes que los de limpiar gafas, no les llegan ni a la suela a aquellos en los que emisor se introduce en el líquido, pues no esperábamos gran cosa. Y aún y así, la extracción se acelera un montón. En pruebas que hemos hecho (sin degustar) con el equipos más potentes e introduciendo el emisor, la extracción parece muchísimo mayor (por la coloración).

    Enrique, desconozco la potencia del equipo, y me pillas ya de vacaciones. En cualquier caso, tal y como le he dicho a iMAM, no se trata de un equipo muy potente.

    Saludos

  4. Lo de los US lo lleva utilizando Eneko Atxa un tiempo. Lo desarrollo con el dpto de analitica de la UPV. Lo usabamos para crear liquidos con aroma que vertiamos sobre hielo seco y crear brumas con un olor cojonudo.

  5. Si el US lo tienes 10 min. y a RT lo tienes hora y media (90 Min) la diferencia son 9 veces no 12 😉

    Por otro lado, esto de la presión (con CO2 en este caso) se utiliza también para hacer lo que yo llamo frutas con burbujas que tú llamaste ya en un post fruta achampanada. El problema de esto es el recipiente, ya que un sifón es muy pequeño y apenas caben unas uvas o gajos de mandarina por la boca.
    Una alternativa es el sistema perlini para cocteles con burbujas que se abre por el medio aunque tampoco tiene mucho volumen.

    Yo tengo una olla a presión modificada para meterle gas a presión (quiero comercializarla por si alguien está interesado) pero la presión solo llega a 2,5 atm.
    ?Qué presión se alcanza en un sifón con dos cargas? 8 atm según mis cálculos.

    Esta olla la uso también para marinar a presión y en unos 5-10 min. se tiene carne o pescado marinado al mismo nivel que toda la noche en el frigo. El experimento ese de los cubitos de 1 cm de manzana en colorante azul se «infunden» en 1 min, más deprisa aun que poniéndolas al vacío.

    Un saludo

  6. Muchas gracias por la mención, la verdad es que simplemente soy un aficionadillo a esto de la cocina que dedica el poco tiempo libre que tiene a leeros a vosoteos y a otros grandes…jejejeje
    Tengo en mente hacer mas pruebas…ya os contaré
    Saludines desde Valencia,
    Dule

  7. Gracias por los comentarios y perdón por el retraso.

    Tienes razón Borja, lamentable olvido el mío. Sí que había oído lo de Eneko y su colaboración con la Universidad del País Vasco.

    Andrés, vale, 9 veces (se ve que hice las cuentas con dos horas). Ya te dije que esa olla me resultaba muy interesante para varías aplicaciones. Para un cálculo de la presión en el sifón, el amigo Martin de Khymos tiene unas cuentas hechas: http://blog.khymos.org/2007/04/09/carbonated-fruit-the-isi-way/ (aunque estoy convencido que se pierde muchísimo por la válvula cuando se quita la carga). El habla de unas 6 atm en un sifón de 750ml con una sola carga. Lo de la infusión a presión es muy interesante, pero no es más rápida que al vacío, al menos en lo que nosotros hemos hecho.

    Dule, muchas gracias por compartir tus experimentos. Te seguiremos siguiendo.

    Saludos

Los comentarios están cerrados.