De vez en cuando el tema se pone de actualidad (ya se habló aquí de ello hace muchísimo, hace mucho, hace menos y hace poco). Ahora parece que la gente anda otra vez muy alterada en el Reino Unido con el tema de los sacrificios religiosos: Halal y Kosher. Resulta que hasta ahora no era necesario especificar en el etiquetado si el animal había sido aturdido o no. En el caso de Kosher no hay duda: ningún animal es aturdido antes del sacrificio, se les degüella estando conscientes. Pero en los animales sacrificados por el rito Halal, existen facciones de la religión musulmana (desconozco cuáles) que admiten que se aturda a los animales antes de realizar el degüello, siempre y cuando sea un método de aturdimiento que permita que el animal recobre la consciencia si no se le sacrifica. Sin embargo otros interpretan de una manera diferente y más radical las indicaciones de las escrituras sagradas, y no admiten ningún aturdimiento.

Los consumidores no musulmanes claman que no quieren comprar carne de animales que no se hayan aturdido y que por lo tanto esa información debería indicarse en la etiqueta. De hecho, la RSPCA (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals) ha pedido al ministerio correspondiente en el Reino Unido que solicite a la UE que se realice dicho etiquetado.

Y entonces algunas autoridades musulmanas han protestado, porque… La verdad, sus razonamientos no se entienden muy bien. Algo así como que ese tipo de etiquetado solo reflejaría el bienestar (o malestar) del animal durante los últimos segundos de su vida, y en cambio no se incluye ninguna información relevante sobre el bienestar del animal durante el resto de su vida. Algo así como, o lo ponemos todo, o a mi no me jodas.

El hecho es que hay paralelamente otro asunto oscuro, y es que una cantidad significativa de la carne que proviene de animales sacrificados por el rito Halal o Kosher, con o sin aturdimiento previo, acaba siendo vendida como carne normal, sin que se refleje en el etiquetado su procedencia. Parece lógico que se exija un etiquetado especial, para que el consumidor pueda elegir. Pero también es verdad que hay muchas cosas que no se reflejan en el etiquetado… Ingredientes para un debate encendido: mézclese religión, con defensores de los animales, autoridades intentando quedar bien con todos e intereses comerciales de los mataderos. El cacao es como flojo.

Me parece muy coherente la opción que han tomado algunos países, como Dinamarca, donde solo se permite el sacrificio ritual con aturdimiento previo: es lo que hay, el que quiera que lo compre, y el que no que se haga vegano.

Una anécdota: en una de mis visitas a un matadero de pollos danés, me contaban que cuando vino una inspección de las autoridades musulmanas se dio una situación muy divertida. Una de las cosas que cotejaban en la inspección es que los animales pudieran recobrar la consciencia después del aturdimiento, para lo cual apartaban 10 o 12 pollos después de haberlos aturdido con corriente eléctrica (es como se aturden todos) y antes de efectuarles el degüello (después del degüello tienen muchas dificultades en recuperarse). Los pollos allí en el suelo, inconscientes, y la inspectora y todos los jefazos del matadero (estamos hablando de millones de pollos que se exportan al año) esperando a ver si los pollos recuperaban. Hasta que uno dio un fuerte pisotón en el suelo y todos los pollos se levantaron (para suerte de las exportaciones del país que me alberga).

El cuadro es de Hubert de Lartigue “Sushi”