MÁS CALORÍAS EN LOS RESTAURANTES QUE EN LOS ESTABLECIMIENTOS DE COMIDA RÁPIDA

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No es por nada, pero yo ya lo vengo diciendo desde hace mucho. Lo malo no es la comida de los fast-food, lo malo es comer siempre allí. De hecho, comer continuamente en una freiduría o un restaurante puede tener consecuencias similares. Y ahora con datos: en un estudio publicado en la revista Review of Agricultural Economics, se comparan las calorías y el tamaño de la ración en distintos establecimientos de fast-food, en varios restaurantes y en el hogar. Tanto en los restaurantes como en los establecimientos de comida rápida las comidas mostraban un contenido calórico superior al de una comida en el hogar. De los dos, los restaurantes presentaban raciones más grandes y mayor contenido calórico. La comida de los fast-food era más densa energéticamente, pero las raciones son menores. Tras varias disquisiciones, los autores concluyen que a la hora de plantearse una comida sana, debe considerarse todo tipo de alimentación hecha fuera del hogar, y no solamente la de los fast-food.
El cuadro es «Bodegón con jarra de jengibre» de Mondrian.

MAC VERRACO

image(Verraco: cerdo no castrado)
Parece que la multinacional americana MacDonald’s va a utilizar carne de verraco en sus establecimientos situados en Holanda. Los grupos de defensa del bienestar animal están muy contentos. Si alguien viaja en breve a Holanda y prueba algún producto de cerdo en MacDonald’s y le sabe raro… (bueno, le sabe diferente a como le sabe aquí, porque lo de raro es subjetivo).
No hay mal que por bien no venga: podéis mirar un enlace que sobre el olor de la carne de verraco ya se colgó en lamargarita hace unos meses. Quién sabe, a lo mejor esa noche tiene más éxito.
Pa gustos los colores.

XXL: EL TAMAÑO PARECE QUE IMPORTA (recuperado)

Gran revuelo con esto de las hamburguesas gigantes de BurgerKing. No tengo una opinión definida sobre el asunto. Por una parte, legislar (o aconsejar, o coaccionar) hasta ese punto me parece cercenar la libertad del que oferta y del que elige. Por otra parte, el índice de obesidad de la población, el número de diabéticos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares, etc, demuestran que la cultura nutricional de nuestro entorno se va perdiendo (en realidad nunca ha existido tal cultura, pero coincidía que los hábitos alimenticios eran más o menos sanos), y algo hay que hacer para intentar corregir malos hábitos. En fin, independientemente de todo eso, un par de comentarios:

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