MEJOR CON JABÓN Y DESPUÉS LIMPIA LA ESPONJA EN EL MICROONDAS

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La modernidad nos ha traído un montón de mejunjes y preparados para desinfectar las manos antes de realizar cualquier actividad que lo requiera (desde comer a manipular alimentos o trabajar sobre heridas). Pues bien, en un estudio (American Journal of Infection Control) de hace ya 3 años (pero que llega ahora por casualidad a mis manos) se demuestra que, comparando todo este tipo de productos, el jabón de toda la vida es el más efectivo. Contra algunas bacterias, aquellos jabones con productos antimicrobianos específicos como el triclosan o la clorhexidina, funcionaban algo mejor que el jabón normal. Pero contra los virus, lo más efectivo es frotar fuerte, incluso aunque sea solamente con agua. Globalmente: jabón, agua y a frotar.
Por cierto, siguiendo con la higiene en la cocina, siempre me ha parecido al menos sospechosa la limpieza de las esponjas y bayetas en la cocina. Dejan la superficie que se limpia aparentemente limpia, pero en su interior (húmedo y con materia orgánica acumulada) pueden desarrollarse multitud de microorganismos; cuando se utilizan para limpiar, indirectamente se está sembrando todo lo que se limpia con esos microbios. Truco: en un estudio del Departamento de Agricultura de los USA en Beltsville se ha comprobado que simplemente con meter la esponja en el microondas durante un tiempo (y poniéndolo en marcha, si no no funciona el asunto) se consigue eliminar la mayoría de los microorganismos patógenos.
Así que para un perfecta higiene en la cocina, manos bien limpias con jabón y agua corriente durante un par de minutos y esponjas desinfectadas en el microondas durante un minuto.
El cuadro es de Van Gogh (y no muy conocido, creo): «Los comedores de patatas»

SOS:PALOMITAS (recuperado)

image En estos días asisto a un congreso internacional de lípidos (o sobre lípidos), en el que me ha tocado exponer y defender la noble y siempre sabrosa causa del Ibérico. En estas reuniones de tantos científicos juntos uno ve de todo y aprende algunas cosas (bueno, no muchas, porque ante tanta información las neuronas se amilanan y están renuentes a asimilar). Una de las pocas cosas que se me han quedado (dignas de ser contadas en esta página) es el asunto de las palomitas que se calientan en el microondas. Para ser sincero, a la charla donde se trató el tema en cuestión no asistí, pero todo el mundo que salía de la sala comentaba con ojos asombrados las cifras de ácidos grasos trans que presentaba tan (en principio) inocuo alimento. Y es que los ácidos grasos trans tienen un montón de efectos perjudiciales (probados) sobre la salud. Y quien me conozca sabe que en estas cosas no suelo ser alarmista (y si alguien no se fía, en este enlace tiene un buen tocho para entretenerse)
¡Hala! Otro alimento al saco de los demonizados… ¡Qué divertido es debatirse entre las falsas alarmas de los talibanes de la salud natural, los mensajes en clave de la ciencia, las noticias desmembradas de los medios de comunicación y las falsedades intencionadas de las compañías!