HÁGASE SU PROPIA NIEVE CARBÓNICA

Esta semana he vuelto a Orellana la Vieja (espectacular el pantano y el paisaje; no hay que perdérselo), donde impartimos dos cursos (corría el 2006, no había crisis, España no había ganado ni el mundial ni el europeo, el Barcelona no había empezado su racha victoriosa, pero yo ya estaba calvo) que determinaron que definitivamente le dedicase una gran parte de mis esfuerzos en docencia e investigación a esto de la ciencia y la cocina. Entre otras cosas, en estos cursos conocí a Raúl Ruiz, que además de convertirse en un gran amigo, ha sido mi particular Wikipedia en temas culinarios.

Aquellos cursos fueron destinados a profesores de módulos profesionales de restauración y de sala; el de esta semana era para alumnos de la escuela, y fue realmente una experiencia magnifica. Entre otros temas, hablamos algo de cocina con fluidos criogénicos, y además del inefable nitrógeno líquido (con el que elaboramos unas esferas congeladas), hicimos alguna cosilla con nieve carbónica. Y de repente me di cuenta de que no he contado en lamarga un truco del almendruco de estos que suelen tener éxito de público por lo facilón que es, y que además, para cerrar el círculo orellanense, me lo enseñó Raúl. Igual muchos ya lo conocéis. Sigue leyendo