MATAR PARA COMER

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AUNQUE CADA VEZ PRESTANDO MÁS ATENCIÓN AL BIENESTAR DE LOS ANIMALES, E INTENTANDO QUE SUFRAN LO MENOS POSIBLE, PARA COMER CARNE HAY QUE MATAR

Estos métodos se han desarrollado investigando el dolor que sufre el animal mediante electroencefalogramas o con indicadores metabólicos (distintos compuestos en sangre que se relacionan con el padecimiento de dolor) y parece que minimizan la agonía. No obstante, vaya por delante que además de contribuir a disminuir el sufrimiento de los animales, aturdirlos significa también para la industria un gran ahorro de tiempo, mejor manejo, menos riesgos para operarios, mayor calidad de la carne… Que cada uno saque su propia conclusión sobre cuál es la causa más importante que justifica el aturdimiento previo al sacrificio.

Hasta aquí la teoría y lo bonito (que buenos somos). Ahora bien, hay excepciones. La primera gran excepción (no en número, pero sí en concepto) es la religión. La legislación española (y creo que de un gran número de países) permite el sacrificio de ganado vacuno y ovino (terneros y corderos) siguiendo el ritual que imponen las religiones musulmana y judía. Ambos rituales consisten en el degüello (corte de las grandes arterias y venas a la altura del cuello) del animal sin que haya sido previamente aturdido (es decir, estando consciente). En un caso mirando hacia la Meca, en otro realizado por un rabino. Excepciones que en parte se justifican (sobre todo por los fieles de estas religiones) arguyendo que, en realidad, el animal no sufre tanto siendo sacrificado de esta manera. Este mismo procedimiento se admite en el caso de las matanzas domiciliarias (la matanza de toda la vida en nuestros pueblos, la del cerdo). Parece que (soy conflictivo a propósito) la religión y la tradición se colocan en la clasificación por delante del sufrimiento animal.
A mí me escandaliza más otro asunto: los peces y algunos mariscos.

Así a simple vista, parece que morir lentamente asfixiado en una red bajo el peso de 5 toneladas de congéneres no es muy agradable. En dura competencia con hacerlo en una olla a ebullición mientras que los que te van a devorar te miran con ojos libidinosos. Parece que sufren, ¿no? Desde hace dos días no lo tengo tan claro. Hay estudios que parecen cuestionar que estos animales (peces, crustáceos, moluscos) sufran dolor. No citaré los estudios, son de difícil acceso y más difícil comprensión. No obstante, también los hay (estudios) que afirman que este tipo de animales sí sufren. En cualquier caso, la protección de los animales, las consideraciones para con su bienestar, parecen ligadas a su calidad estética y a su proximidad filogenética a nosotros, humanos. Parece que a mucha gente no le preocupa, no le llama la atención o no le escandaliza que un pez muera asfixiado en una red o en una bodega agonizando durante horas, mientras que salta como un resorte con crueldades similares (difícil comparar) si el maltrato lo sufre un cordero o un cerdo (y no digamos una foca o un perrito).

Es más que nada una reflexión, en realidad no estoy seguro de cuál es mi postura al respecto.

34 pensamientos en “MATAR PARA COMER

  1. Yo tampoco tengo criterio, es más, depende del día. Ahora bien, hay desaprensivos que, aún sabiendo que la ley obliga ellos están contentos de no cumplirla bajo el pretexto de “pa lo que les queda a estos bichos”. Corrígeme si me equivoco, pero en los corrales donde guardan al ganado antes de introducirlos en la cadena, hay que instalar unos aspersores para que no se asfixien lo animales. Este del que hablo, los tenía y cuando nos fue a demostrar el funcionamiento no funcionaban y confesó que hacía meses que no los encendían. Por eso digo que depende del día. Este día del que hablo, me pareció que aquello era un delito.
    Enhorabuena por el blog!.
    Roberto

  2. Pues en el día en el que yo me encuentro hoy, todo me parece una patochada. Me explico:
    Nos importa un pito el sufrimiento del animal, pero nos aterra sentirnos culpables ante los ojitos suplicantes de aquellos seres vivos que piden clemencia. Un corderito, la ternerita que deja a su mamá sin su descendencia, e incluso el conejo que nos trae a la memoria a Alicia en su Wonderland (por cierto, como le va al señor Jackson?).
    Somos animales de costumbres y a ellas nos debemos. Transportamos a los cerdos para matarles pero si el viaje es largo tenemos que sacarles a dar un paseito para que estiren las paletas y los jamones (os lo juro, que esto me lo han dicho).
    Si el animal es feo, o no tiene expresión en su rostro, o nunca podría llegar a ser un animal doméstico, entonces hasta podemos pasar minutos viendo cómo se retuerce por su falta de aire, o a consecuencia de la guerra química a la que le hemos sometido.

  3. Sí, hay un montón de desaprensivos (puede que más de los que nos imaginamos) aunque de ley es reconocer que también algunos se preocupan. Lo de los aspersores es para disminuir el estrés de los animales (sobre todo en cerdos) y (de paso) limpiar algo la superficie de la piel. Pero, desengañémonos, su finalidad es sobre todo mejorar la calidad de la carne (cerdo estresado equivale a carne exudativa) y la limpieza de operaciones posteriores que el bienestar del animal.
    Y sí, yo estoy con Ignacio: más bonito = más preocupación (siempre generalizando)

  4. Debemos ser el único animal que se preocupa por estas cosas, no me imagino a una leona preguntándose si el antílope se está estresando o no.               
    Leí no hace mucho que los depredadores duermen más que los herbívoros precisamente por el “miedo” a ser cazados, la diferencia de horas era abismal;este miedo ¿es genético?, ¿se aprende?
    Estoy de acuerdo en que los animales no sufran, pero supongo que habrá razones económicas, saldría más cara la carne si se llevara a la práctica toda la normativa que hay que seguir en el cuidado, transporte y matanza del animal; algunos estaríamos dispuestos a pagarlo pero creo que no la inmensa mayoría.

  5. Me parece ridículo que alguien se escandalice porque un pollo sufra en el matadero, máxime cuando al día siguiente ese alguien lo va a tener en su plato, calentito de nuevo.
    Imagino que humanizar a los animales -a según cuáles- debe de ser políticamente correcto.
    Llegaremos a ver una condena a prisión por matar un perro.
    Por cierto, ¿cómo se llaman ahora esos asesinos llamados antiguamente matarifes? ¿Operarios terminales del primer reino?

  6. Gracias Camarlengo por este texto. Cuando te alejas de la alquimia eres magnífico. Tres comentarios a bote pronto:
    I.Hay muchas cosas en la vida que me desarman por la contradicción flagrante que cometo. Esta es una de ellas. Cuando voy en el coche y adelanto a un camión de cerdos me deprimo (¡pobre gente! … pienso mientras se alejan por el retrovisor); sin embargo no pienso mucho en ellos cuando algunos kilómetros después paro para comer y me zampo un solomillo con algo de lechuga (también pobre lechuguita).
    II.Curioso lo de matar para comer. El otro día hablando sobre los flujos de energía en clase, una a alumna defendió públicamente su condición de vegetariana argumentando que ella sólo come lo que puede matar. Como la chica no puede matar cerdos, corderos, et al., sólo se atreve con los tomates, pepinillos et al. Me gustó el argumento de la chica.
    III.Lo de la religión es tremendo. Cuando leía el texto recordé la terrible descripción del templo de Jerusalén que José Saramago hace en su “Evangelio según Jesucristo

  7. Esta es otra más de esas situaciones en las que tengo más o menos claro dónde están los extremos (los que hacen crueldades innecesarias que no vale la pena describir, los que llevan sus escrupulos hasta el absurdo) pero no los límites (si es que los hay).

  8. Me parece muy interesante tu texto, y hace reflexionar sobre muchos de los comportamientos que tenemos con los animales, incluso los que hay sin que el objetivo sea comerlos. Concretamente, lo de comérnoslos es lo más lógico dentro de la ética natural. Podríamos tranquilizarnos con las mil formas crueles de comer a las presas que hay por el mundo (arañas que hacen papilla el interior de la presa, animales que paralizan a la presa y se la comen viva, perros salvajes de Africa que devoran a las pobres gacelitas empezando por las patas de atrás sin tan siquiera molestarse en matarlas,..). Pero al fin y al cabo todo es para seguir viviendo. A mi lo que me da pena es la cautividad de animales que son sacados del medio natural. Ver la cara de algunos primates en los zoos, los centros de recuperación de fauna salvaje llenos de animales mutilados, ….

  9. Vivimos en un mundo en el que depredación es sinónimo de subsistencia. Quizás en este momento no me preocupa que un ser tenga que morir para que yo pueda vivir, sino si hay algún ser que necesita de mí para poder vivir. Es decir, si yo soy un eslabón más en la pirámide alimenticia. Creemos que solamente existe lo que evidente a nuestros ojos, pero es posible que existan tipos de vida a nuestro alrededor (¿inorgánica?) que nos consideren como un plato de pollo asado. Quizás la civilización humana, esta maquinaria incongruente que se autoperpetúa por medio de creencias bien establecidas sobre sistemas sociales, jerarquías, tradiciones y demases, sea un ingenio de esos otros seres que nos necesitan para subsistir. Una maquinaria que nos susurra afirmaciones una y otra vez en nuestros oídos, y nosotros creemos que se trata de nuestro pensamiento. Una maquinaria que tiene miedo de ser descubierta y que nosotros consideramos como nuestros propios miedos infundados.
    Sí, los que ahora susurran en tus oídos que este mensaje no tiene ni pie ni cabeza…
    En fin, un pétalo más en esta margarita que inevitablemente, y menos mal, …se agita.

  10. Me gusta cómo lo ve Maruca. Este tema es interesante y yo me lo planteo a veces de la siguiente manera:
    ¿Qué hacer cuándo al pasear vamos a plantar el pie en el suelo y vemos que si no lo remediamos pisamos una hormiga?
    Si no desviamos la trayectoria no nos va a ocurrir nada, seguramente no lloraremos ni sufriremos insomnio por ello, pero… nosé-nosé ¿Cómo llamaríais a la fuerza invisible que desvía nuestra pisada?

  11. ¿Qué por qué desviamos la pisada?
    Presunción, prepotencia, vanidad, poder.
    ¿Recuerdas los que Schindler le dijo a Amon Goeth?
    Era algo así como que el verdadero poder no reside en la capacida de poder acabar con un ser vivo. El verdadero poder es tener la capacidad de permitirle seguir viviendo.
    En el fondo eres mucho más poderoso si apartas el pie. Esa es la fuerza invisible que mueve tu pie.

  12. ¿Y no será más bien que te pones en el lugar del otro y sientes pena de ti mismo?
    Creo que cuando nos cruzamos con el camión que transporta a los cerdos y miramos sus hocicos a través de las rendijas, tras un breve titubeo, apretamos el volante con nuestras pezuñas, echamos la jeta hacia adelante y gruñimos para nuestros adentros “¡Oink!”.

  13. Yo estoy de acuerdo con Ignacio.
    Cuando uno aparta el pie es intuitivamente más consciente y más centrado en el ahora, algo que no ocurre muy amenudo porque la consciencia tiende a perderse entre pensamientos sobre el pasado y el futuro. Es lo mismo que cuando uno tiene el presentimiento de que no debe cruzar la calle y de repente pasa un camión a toda velocidad.  Esa vocecilla que tenemos que está siempre atenta. Cuando más presente y más intuitivo es uno, más poder tiene, o a más poder puede acceder.

  14. Al darte cuenta que vas a matar al ser vivo, y decidir finalmente evitarlo, obtienes una pequeña dosis de autoestima, engorda un poco el ego: “qué bueno soy!!”. Nuestra sociedad ha establecido una serie de cánones, y en ese caso concreto es malo el que la pisa a drede y es bueno el que la evita a propósito. Has evitado pisarla = 5 puntos en tu ego de bondad. Como los cantantes multimillonarios que dan un concierto gratuito y se les llena la boca con las palabras solidaridad, hambre, cooperación… Y resulta que tienen ingresos anuales inimaginables que solucionarían (con el ingreso de un solo año, sin el que ellos seguirían siendo inmensamente ricos) millones de problemas. Ellos tienen su dosis de ego-conciencia con el conciertillo, no pisando la hormiga.

  15. Evitar la hormiga puede deberse a muchas causas, dependiendo de cada persona y de cada momento. La acción por sí sola no implica una determinada intención o motivo. Puede que la persona que evita pisar la hormiga lo haga porque siente respeto por la vida ajena, o porque quiere evitar sentirse culpable luego, o lo haga instintivamente sin pensar por qué lo hace, o por tratar de aumentar su autoestima, o por inflarse el ego, o sin ningún motivo. La que veo aquí es que hay un segundo en el que la conciencia del que mueve el pie puede elegir, en vez de continuar con su inercia. Y quizás esa elección sea semilla de libertad. 

  16. No sabía si poner esto en un comentario o en un post. Voy a intentar hacer un ejercicio de síntesis que no me saldrá.
    Ayer estuve en Coria y mi cuñado me dijo que le acompañara, que iban a matar un cordero para degustarlo en una fiesta que se celebraba hoy.
    Mi naturaleza curiosa me indicó que era el momento de poner a prueba algunas cosas. Me monté en el coche y allá atrás estaba, tumbadito en el maletero un cordero lechal de 22 kilos. Decidí ponerle nombre para que mis pruebas tuvieran más sentido. Evidentemente le llamé “copito de nieve”.
    El matarife sería “El sevilla”. Un hombre de verbo fácil con 11 cornadas de asta de toro y muchos huesos rotos.
    Nos bajamos del coche, tumbó a copito de nieve junto a un árbol y mientras comentaba los dos goles de Ronaldo le clavó un cuchillo en el cuello y le cortó la yugular.
    Me quedé junto a copito (que no dijo ni mu, ni be) intentanto averiguar en qué momento exacto dejaba de vivir. Buscaba un gesto, algo en sus ojos, una señal que me dijese ya está. Pensé en un momento…ahora, pero un instante después el cordero baló y pegó una patada. Le dije a “el sevilla” que aún vivía. Se agachó, cogío los dos extremos de la yugular y dijo “Qué raro!”.
    El caso es que se me escapó el momento. No sé cuando dejó de vivir copito de nieve. No hubo nada que externamente lo indicara.
    Lo colgaron en alto por los cuartos inferiores, le pegó unos pequeños cortes en las pezuñas y le sacó la piel como si de un jersey de pura lana virgen se tratara.
    Lo abrió en canal, siempre con cuidado de no romper su intestino grueso para que no se manchase la carne de caquita de cordero.
    Yo pensaba (deformación profesional): volvamos a dejarlo como estaba. Pongámosle de nuevo la piely le cosemos la yugular o le ponemos una nueva y ya está, como nuevo, a correr por el monte. ¿Por qué esto no funciona así?. Tuve un momento de debilidad y creí creer en dios.
    El cordero fue vaciado entero. Todo estaba ordenadito dentro de una bolsa y “el sevilla” lo iba sacando con mimo. En una bolsa los riñones, el hígado, la cabeza (seccionada al final) y en otra el pancreas y los pulmones que son, según el matarife, las partes en las que está todo lo malo.
    Tuve muchas más sensaciones, muchas más preguntas y muchas más respuestas pero básicamente:
    ¿Sería capaz de asistir a la muerte programada de un corderito con nombre?. Sí
    ¿Sería capaz de descubrir en qué momento deja de estar vivo?. No
    ¿Sería capaz de aceptar que lo mato para comer?. Sí
    ¿Sería capaz de comérmelo al día siguiente?. Sí
    En conclusión:
    ¿Existirá realmente eso que algunos llaman el soplo de vida?
    Mientras no me explique alguien el proceso creeré que sí.
    Por otra parte ahora ya sé que no soy como la alumna de Antonio y por qué como carne.
    Besitos

  17. Soplo de vida….
    Desde que la sangre deja de aportar oxígeno y compuestos necesarios para el correcto funcionamiento de la célula y deja también de retirar compuestos tóxicos para ella misma (la célula) que se producen como consecuencia de su metabolismo, hasta que como consecuencia de todo ello muere, pasa un rato. Las neuronas son especilamente sensibles a la falta de oxígeno, y son además vitales para el funcionamiento de gran parte de los sistemas que mantienen al animal vivo. Ese balido postrero aunaría los esfuerzos de las pocas neuronas funcionales que le quedasen a copito de nieve. Llámalo como quieras.
    A qué llamas tú “soplo de vida”?

  18. Génesis 2:7 7Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
    Recuerdos de mi pasado por el Sagrado Corazón de Cáceres.
    Lo de soplamocos ¿tiene algo que ver con todo esto?. No quiero ser irreverente ni tengo ninguna oscura intención.

  19. Qué bueno se pone ésto: estamos en familia y encima con mis temas predilectos.
    ¿Y no será que la Biblia se refiere al soplo de la conciencia? La materia dotada con la capacidad de la conciencia de ser. No creo que se trate del soplo de la vida, sino del soplo de la conciencia de ser.

  20. Todo esto es opinable, por supuesto, pero creo que a estas alturas está bastante claro que lo que llamamos conciencia tiene que ver que la actividad neuronal, con que determinados iones se muevan a un lado y a otro de una membrana, con que se liberen determinados neurotransmisores, con que se establezcan determinados circuitos. Nada que no sea bioquímica, que al fin y al cabo es química: la conciencia (todo) es química.

  21. Sí, estoy de acuerdo, todo es química.
    Ahora bien:
    ¿Qué es la química?
    ¿Cuál es la intención de la química y de sus cambios?
    ¿Hasta qué punto la química depende de la percepción del sujeto?
    ¿Qué química corresponde a mi derecho de usar el 100% del potencial de mi cerebro?

    This is so much fun

  22. Sin orden:
    No creo que haya intención en la química, pero eso entra en el episodio de las creencias (alguno dijo incluso que Dios no juega a los dados y parece que no fue uno de sus mayores aciertos; menos todavía para los que no creemos).
    No se puede decir que algo no depende de la percepción del sujeto, porque la información que tiene el sujeto de ese algo es la que, de una manera o de otra, puede llegar a percibir. No obstante, hay pocas percepciones (medidas) de la realidad más objetivas que las que nos dan la física o la química.
    No sé la definición que se considera más acertada de “química”. Seguramente hay miles. Pero se entiende que es aquello que tiene que ver con las relaciones entre átomos, entre moléculas. Incluso lo que está por debajo de ese nivel (química subatómica) y que involucra a electrones, neutrones y demás, aunque ese territorio suele estar más visitado por la física.
    En cuanto a lo del potencial del cerebro, bueno, pues debe venir a ser lo mismo que el potencial de tus músculos: si sabes como ejercitarlos y les dedicas atención, llegas a tener una mejor condición física que si no lo haces, dentro de que no todos los sistemas orgánicos responden de igual manera al entrenamiento. Por ejemplo, si uno está constantemente forzando la vista no llega a ver mejor, o si utiliza el aparto digestivo a destajo no tiene mejor capacidad para digerir los alimentos (aunque sí crece el tamaño de algunos órganos).  Se me ocurre un ejemplo más con otro aparato, que no por mucho usar….

  23. El humor que no nos falte: buena química; sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en un mundo cuyo diseño incluye aspectos como el de matar para vivir.
    Mirando la complejidad de macrocosmos y del microcosmos, se me hace que hay mucho más que de lo que el ser humano puede percibir y pensar, de la descripción de la vida que tenemos, pues todo ello está limitado por nuestra capacidad limitadísima de conocimiento.
    Me resulta sospechoso que el género humano (como individuo perteneciente al mundo natural) no siga un código genético destinado a la evolución de su potencial. Yo creo que hay algo que se ha inflirtrado en los genes y nos está limitando, algo que nos desvía de nuestro verdadero destino evolutivo y lo hace con tanto ingenio que ni nos damos cuenta. Hay pocos que estén dispuestos a prestar atención a este tema, lo cual también me resulta bastante sospechoso.
    Sí, al final nos queda el humor. Que no nos falte.
    Gracias, Orges
    Maruca

  24. La cuestión es: cuando llegas a los límites del conocimiento humano ¿qué postura tomas? Ahí empiezan las creencias. Uno puede creer que existe un dios (o varios) una inteligencia superior, que existe una finalidad, un destino programado…. Pero todo ello es especulación: “no sé lo que hay, pero me invento esta historia que rellena todos los resquicios que deja el conocimiento”. Por cierto, que cada cierto tiempo esas creencias tienen que ir retrocediendo (evolución versus creacionismo; big-bang versus todo en 7 días….) La otra postura es decir “hasta aquí sabemos, más allá no sé”. Yo la verdad no creo que haya una intención en todo esto (es mi creencia).
    Es curioso como cuando con la ciencia se ponen sobre la mesa explicaciones a determinada cuestiones y se proponen nuevas dudas y enigmas, en seguida surgen explicaciones religiosas-trascendentes-esotéricas para solucionar los nuevos huecos que deja el conocimiento (ya he oído que las zonas de ADN oscuro del genoma que no se sabe muy bien para que sirven ¡¡¡son mensajes de extraterrestres!!! ¡¡la gallina!!)

  25. Así que después de todo nada más que somos un correo electrónico para extraterrestres.
    Con respecto a lo de la conciencia y la química y tal, cuando estuve con ansiedad y depresiones (es que no me privo de nada) me comentaron que tenía un desarreglo en la secreción y … de la serotonina; lo único que sé es que se está “mú malamente”
    y que todo lo ves muy negro, así que creo que al final va a ser todo química, y que a veces juega muy malas pasadas. Lo malo fue cuando pregunté por qué me pasaba eso, por lo visto la forma de ser de cada uno influye en la química de nuestro organismo ¡¡¡no entiendo nada!!! ¡¡¡sólo soy una maestrina de pueblo!!!
    ¡¡¡¡¡¡QUE M

  26. Yo también me quedo con la gallina. ¿La de los huevos de oro?
    En el fondo estamos hablando de ser felices, y lo que nos hace de verdad felices es tener la mente en calma, sentir amor por alguien, ser capaz de ver el lado positivo de algo o de alguien, y cosas así. Cuando la mente insiste en tener pensamientos negativos o depresivos entonces no somos felices, pero luego miramos a uno de nuestros hijos, o a quien sea, con amor, y en ese instante recuperamos la felicidad, no porque la otra persona nos la haya traído, sino porque hemos puesto un pensamiento-sentimiento en nosotros que nos gusta. La felicidad está en nuestras manos, se trate de energía, de química o de ondas extraterrestres. 
    No podemos controlar el mundo que nos rodea para garantizarnos una felicidad que dependa de lo externo. Pero, con entrenamiento, podemos cambiar los hábitos de pensamiento que nos causan dolor. Es posible. Es cambiar de intención, en vez de seguirse uno martilleando con problemas que no se resuelven, marcarse la meta de conseguir tener un espacio para la calma, el amor y lo positivo. Y darle caña.
    Por lo menos, a mí me ayuda.

  27. El tema era MATAR PARA COMER, hemos desbarrado un poco lo cual me parece muy bien. No soy feliz matando, pero sí sé que lo soy comiendo (que le voy a hacer, soy una tragaldabas).
    Lo de ser felices, … creo que la felicidad consiste en tener ratos de felicidad, sino nos acostumbramos y cada vez exigimos más. Ejemplo, soy feliz cuando voy a unos grandes almacenes y veo pescado, carne, verduras, muebles, zapatos,… porque vivo en un sitio pequeño (2000 habitantes contando al burro del Pero Palo) y puedo comprar cosas que necesito; no soy feliz cuando tengo que hacer cualquier diligencia, hay que coger el coche, pedir un día sin trabajo y recorrerte taytantos kilómetros para realizarla; por otra parte aquí no hay contaminación, no hay atascos de tráfico, por no haber creo que no hay ni índice de delincuencia y si lo hay es muy bajo.
    ¿No será que la felicidad es la capacidad de adaptarte al medio en el que vives y sacar el mayor partido posible a tu situación? me suena más a evolución.
    Voy a cenar, lo siento por los animalitos pero hay que seguir viviendo, creo que hoy toca pescado… ¡vaya por dios, ya estoy desbarrando de nuevo!.

  28. Que se les aplique la legalidad vigente. La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, ¡estos hipos!

  29. Yo no (nunca) estoy seguro de nada. Hay gente que es “feliz” (tal vez el problema sea el lenguaje) deprimiéndose. ¿O no son un acto de felicidad los libros de Ernesto Sábato?. La melancolia, la (o el, no sé) “saudade”, la añoranza, pueden ser estados de una felicidad diferente a la que da el amor por alguien (o la que da el recibir amor).

  30. La búsqueda de la felicidad tiene que ver con todo, pues está detrás de todos nuestros actos.
    Para unos un bocadillo de jamón está asociado al placer que siente mientras lo come. Otros asocian el bocadillo con la vida enclaustrada de los cerdos, criados en condiciones no agradables, para convertirse en alimento humano.
    La imaginación calibra qué le va a reportar más felicidad. Si prevalece la asociación del placer (porque recuerda el sabor de ese otro bocadillo tan rico), entonces el individuo se come el bocadillo. Si prevalece la asociación de la vida enclaustrada del cerdo y del pánico que éste sintió cuando fue al patíbulo, entonces busca una opción diferente que le reporte más felicidad.

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