OMEGA-3

ES CURIOSO COMO EN EL ÁMBITO ALIMENTARIO, EMPLEANDO CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS, SE CREAN DIOSES Y DEMONIOS, HACIENDO POPULARES NOMBRES TAN EXTRAÑOS COMO OMEGA-3, GLUTAMATO O TOXOPLAMOSIS

En fin, ácidos grasos poliinsaturados omega-3 define un grupo de ácidos grasos (que son los compuestos mayoritarios de la grasa, tanto vegetal como animal) que tienen una estructura concreta (un doble enlace a tres carbonos de uno de los extremos de la molécula). Son abundantes en la grasa del pescado y en algunos aceites vegetales, como el de lino. Su estructura les confiere una serie de propiedades interesantes desde el punto de vista del padecimiento de enfermedades cardiovasculares (infartos, anginas de pecho, hipertensión…). A partir de ellos se sintetizan una serie de compuestos que tienden a disminuir la agregación de plaquetas (formación de trombos que pueden “atascar” las arterias, de ahí al publicidad de la famosa leche con los troncos obstruyendo el río o el atasco en la carretera), y además disminuyen (o más bien no aumentan) la tensión arterial. Estos efectos se empezaron a sospechar empíricamente cuando se comprobó que los japoneses y los esquimales, grandes consumidores de pescado, tenían las tasas mundiales más bajas de infarto. Hay una foto muy utilizada en el ámbito de los que estudian el efecto de este tipo de ácidos grasos, en la que a un esquimal pescando se le cae una gota de sangre de la nariz permaneciendo impasible (en teoría fruto del efecto antiagregante de los omega-3 del pescado que consumen, ya que la agregación de plaquetas es la responsable de que se cicatricen en primera instancia las heridas).
A partir de ahí se estudio el efecto a nivel molecular y clínico, en ensayos controlados de muchos tipos…. Bien, las evidencias en estudios reglados no han sido tan espectaculares. Sí, en algunos estudios se apunta a un posible efecto positivo del consumo de altas proporciones de omega-3, pero en otros no está tan clara la cosa. ¡¡Y al año hay miles de trabajos que versan sobre el asunto!! En cualquier caso, parece más o menos admitido que es interesante que se consuman proporciones bastante elevadas de omega-3. Se han indicado unos niveles concretos por distintos organismos competentes (que la relación omega-6/omega-3 de la dieta no sea mayor a 4). Y apoyándose en todo eso, ha habido campañas oficiales en muchos países para incentivar el consumo de pescado y los omega-3 se han empleado como gancho para muchos productos, en los que este tipo de ácidos grasos se añadía intencionadamente o se aumentaba de alguna manera (leches, mantequilla, galletas, carne….). Incluso se venden cápsulas con pequeñas dosis de aceite de pescado. Y la cosa funciona. No sé si sobre la salud, pero sí sobre las ventas.
Hasta aquí todos contentos. Pero es que en la industria son de lo más cuco. Resulta que no todos los omega-3 tienen esas propiedades que antes comentaba. Hay un miembro de la familia, el ácido linolénico, que parece no tener efectos beneficiosos de ese tipo. Pero resulta que es el más barato y el más fácil de conseguir, ya que se encuentra en el aceite de lino. Es precisamente el que se usa en algunos de esos productos enriquecidos en omega-3 (técnicamente es un omega-3), y lo digo con conocimiento de causa: hemos analizado algunos de esos productos.
Más: el pescado es fuente natural de omega-3 (de los que si parecen efectivos) pero solo presentan niveles significativos los pescados azules, los que tienen más grasa (sardinas, bonito, caballa…). image Da igual, nos venden con la etiqueta “fuente natural de omega-3��? cualquier pescado, sea cual sea su composición .
Y más: la acuicultura está creciendo a pasos agigantados. Eso tiene consecuencias positivas: dejamos de esquilmar el mar, bajan los precios del pescado, se controla más su sanidad. Pero empiezan a aparecer consecuencias negativas, y una de ellas se relaciona con los omega-3. Los peces son ricos en omega-3 porque consumen otros peces (o algas o zooplancton) que son a su vez ricos en omega-3. Pero en las piscifactorías los peces consumen cada vez más piensos vegetales. De hecho, si la producción crece al ritmo actual, el consumo de piensos vegetales será cada vez proporcionalmente mayor (no hay peces suficientes para dar de comer a los peces que nos comemos) Esto disminuye muy mucho su contenido en omega-3. No quiero ser alarmista, pero cabe la posibilidad de que en unos años el pescado no sea una buena fuente de omega-3. ¿¿Aparecerá en las etiquetas??

7 pensamientos en “OMEGA-3

  1. Vamos a ver:
    Resulta que podemos saber si las mujeres están sanas o no por sus tetas, pero no nos las enseñan, que somos el único ser vivo que miente para conseguir lo que quiere, que nos estamos cargando el planeta y eso sin la ayuda de los chinos, que si miramos de lejos nuestro planeta descubrimos que es bonito pero que no es más que una caquerilla, que si no nos morimos con lo que comemos es porque nuestro cuerpo se adapta a casi todo, que debemos tener sentimiento de culpa por tener a los refugiados saharauis dejados de la mano de dios, que dios no debe tener manos sino muñones porque sino firmaría la destitución de alguno de sus representantes y ahora, para terminar jodiendo, resulta que lo de los omega-3 es una patraña.
    Manolo, gracias por enseñarnos que el hombre, a veces, es capaz de conmover a sus semejantes en otra dirección.
    Aunque… ella estaba preñada y se iba a morir o algo así ¿no?

  2. Que no, que no. Lo de los omega-3 está más o menos aceptado. El motivo del post era más que nada sembrar la duda, que debe estar presente siempre en toda afirmación. Además, como poliinsaturados, parece que bajan el colesterol en sangre (eso está aceptado).

  3. ¿No existe un control más o menos aceptable de los alimentos? ¿Quién controla al controlador? ¿Quién controla la publicidad?
    El popurri de lamargaritaseagita está bien, sólo un poco pesimista, ¿no?.

  4. Existe un control más que aceptable de los alimentos en lo referente a la higiene y salud de los consumidores. Mal que bien el sistema funciona (son raras las intoxicaciones), aunque desde luego es muy mejorable. No obstante, en determinados países somos un tanto tendentes a la trampa.
    En lo referente a lo que se publicita, se intentan poner trabas a afirmaciones sin una base científica amplia, pero a veces es inútil. Por ejemplo, los de Puleva no pueden decir que su leche rica en omega-3 disminuye el riesgo de padecer infartos de miocardio, pero ponen las imágenes del rio lleno de árboles que se descongestiona, o la del atasco en la carretera que se va deshaciendo (por cierto, le podían dar de desayuno esta leche a los de tráfico antes de los puentes), que son símbolos claros del efecto que ellos desean vender.
    Y sí, un poco pesimista lamarga. Estoy como pez en el agua.

  5. Esto es la leche. No basta ya con leer el etiquetado, nos la juegan de cualquier manera. Cosas de los tiempos modernos, dicen, pero hay una serie de personas que están detrás de todo esto, una forma de pensar que es nociva.
    Me he tenido que comprar gafas de sol porque no veas cómo pega por aquí por el norte.
    Hay cosas que van bien, y otras no.

  6. Por lo visto estos coches dan más fluidez al tráfico, eliminando atascos y caravanas.
    ¡No me salen los emoticonos! ¡sigh! ¿Por qué?, ¿Por qué esta mala suerte? ¡A mi ordenador le está dando un infarto de windardio y yo si Omega 3! ¡Orges, tenemos un problema!
    Menos mal que ayer compré unas galletas que son la … para problemas de hipercolesterolemia, ¡suuuuuper0mega 9 al rescate!

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