Enredando un poco más en la revista Time, he encontrado esta impactante serie de fotografías que ilustran siete maneras que emplea nuestro cuerpo para pedirnos más (más comida, se entiende; aunque para algunas otras cosas placenteras los mecanismos fisiológicos son similares…). Traduzco/comento un poco cada uno de los factores:
1.-(el briquidans…;)) La hora del día. Somos como un reloj, cuando llega la hora de comer, aunque no tengamos necesidad, nos entra hambre. Recuerdo después de estar viviendo en Dinamarca, donde comían a las 12:30, al regresar a España tenía un hambre loca a esa hora.
2.-El aspecto (la visión). Al comparar las imágenes de resonancia magnética del cerebro de personas que están viendo comida que les gusta o que no les gusta, se pueden apreciar notables diferencias. Vamos, que al ver el plato ya la boca se nos hace agua, el organismo se anticipa a la comida que va a ingerir. Por cierto, la imagen que ponen en Time para este factor, de apetitosa tiene lo que yo te diga: los huevos parecen más bien secos, los filetes de sajonia , pues eso, y el pan… ¡Ay los americanos!
3.-La variedad: “Incluso después de una comida copiosa, con frecuencia somos capaces de hacer un hueco para el postre, porque el deseo por algo dulce aún no ha sido satisfecho”.
4.-El olfato. “El aroma es una de las maneras claves en que le damos pistas a nuestro organismo de que la comida anda cerca. Una vez que se desencadena la sensación, puede inducir la secreción de insulina, que a su vez nos provoca la sensación de hambre.”
5.-El alcohol. “No está científicamente probado que beber alcohol estimule el apetito, pero la cerveza, el vino o el licor pueden afectar a un juicio adecuado, haciendo que comamos más”
6.-La temperatura. “Cuanto más frío esté el ambiente, existirá un mayor número de personas que tiende a comer más; esta es la causa por la que muchos restaurantes mantienen los termostatos bajos”. “El metabolismo baja cuando llega la hora de comer, y comer te “calienta” (bueno, cada uno que entienda lo que quiera).” ”El calor es una señal de saciedad”.
7.-Los hidratos de carbono refinados. “Después de una comida rica en carbohidratos refinados, como la pasta, el cuerpo puede reclamar de nuevo alimento en pocas horas. Este tipo de alimentos causan que el azúcar en sangre baje considerablemente, y cuando el azúcar en sangre está bajo, nos interesamos mucho más por la comida.”
Pues eso
El cuadro es “Mi bicicleta”, de Georges Braque (una nueva debilidad).
Recuerdo que cuando era chica (ya hace) a algunas amigas les daban “Quina Santa Catalina” para abrir el apetito, ¿eso tenía alcohol?
Para cuando los 7 factores que no te hacen comer, a ver si así …
Recuerdo que hace no mucho tiempo un amigo me comentaba que, en su pueblo es costumbre antes de una buena paella un chupito de Kazaya (Anís).
Según cuentan los mayores de su pueblo, el alcohol te remueve un “nosequé” en el estomago que te hace comer mucho mas.
Wavechef, sí, seguramente esa es la explicación científica .
Yo creo que es bien cierto que al final, si bebes alcohol, acabas comiendo más, aunque solo sea por acompañar el alcohol con algo.
Y Sonno, referente a esos brebajes para comer más que se daban antes, yo creo haber leído que algunos de ellos basaban su efecto en que eran ricos en vitaminas del grupo B, algunas de las cuales parece que abren el apetito, pero vete tu a saber (en realidad ese efecto parece que esta más ligado a la B12, que en los vegetales como que no).