El revisar el correo hace unos días me sorprendió encontrar una carta de la organización PETA que (con esas letras manuscritas digitalizadas que hay ahora) parecía personal. PETA son las iniciales de People for the Ethical Treatment of Animals, agrupación que aparece frecuentemente en la prensa con actos de protesta contra el maltrato de animales para la obtención de pieles de lujo, o en contra de las corridas de toros, por ejemplo. En seguida pensé en mi estancia en lo USA, cuando tuve que sacrificar mediante decapitación unos cuanto pollos, que posteriormente utilizaba para trabajar con sus proteínas (tenía que matarlos así por razones largas de explicar), y ya puestos, también decapitaba las tilapias de mi compañera de laboratorio Veronica Dewanto (estoy sorprendido de haberme acordado del nombre), aunque esto resultaba visiblemente más cruel (no entraré en detalles escabrosos). ¡Me han pillado! ¡Los de la organización por los derechos de los animales de la Universidad de Cornell han tirado de sus archivos!

Pues no, menos mal (aunque yo tenía la conciencia tranquila). La carta no era personalizada, sino las bases de un concurso. Para empezar se referían a mí como “Dear Chef Jorge Ruiz” (es una de esas cartas modelo, y mi nombre habrá salido de los ponentes en Lo Mejor de la Gastronomía o en Madrid Fusión). Lo consideré un piropo tremendo y una confusión razonable por las actividades a las que me dedico en los últimos años.

Más interesante es el resto de la carta. En ella se convoca un premio dotado con 10.000$ para aquel que desarrolle el mejor falso hígado de oca (o pato) utilizando exclusivamente productos vegetales. La receta deberá remitirse a PETA, y unos expertos de su confianza la cocinarán y un panel de catadores seleccionados la evaluarán, teniéndose en cuenta tanto el parecido al mencionado hígado como la exquisitez del plato. Y encima el premio se entregará en una gala con alguna superestrella de las que pertenecen a PETA (Gwithney Paltrow, Alyssa Milano, Moby,
Natalie Portman, Pamela Anderson…).

Bueno, pensé, puedo intentar hacer algo con gelificantes, espesantes, etc. Pues va a ser que no, creo que lo voy a tener difícil, porque continuando con la lectura encontré otro requisito del concurso: se debe asegurar que el plato que gane debe incluirse en un tiempo razonable en la carta un restaurante de nivel. Para aquellos que estén interesados y que cumplan los requisitos, la información está en la página de PETA. La fecha límite es el 1 de Noviembre de 2009.

El cuadro es “El Circo” de Miró.