BEBER PARA NO OLVIDAR

image
Vaya de antemano que de un único estudio es peligroso sacar conclusiones definitivas, pero la verdad, con investigaciones como esta, dan ganas de hacer caso: un estudio de la Wake Forest University (en Carolina del norte) presentado en la Conferencia Internacional sobre la Enfermedad de Alzheimer, sugiere que las personas que beben entre 8 y 14 bebidas alcohólicas a la semana tienen nada más ni nada menos que un 37% menos de posibilidades de padecer demencia. Claro, cuando uno ve estos resultados lo primero que se pregunta es si ese menor riesgo de padecer demencia es porque antes la ha palmado uno de cirrosis (por ejemplo). Pues parece que no, porque en el mismo trabajo se especifica que si el consumo es superior a esas 14 bebidas semanales, el riesgo de demencia aumentaba hasta el doble de una persona normal.
En el estudio, que duró seis años, se consideraron un total de unos 3000 sujetos, y se controlaron factores como el fumeteo, la actividad social o la depresión. Lo que se encontraron los investigadores era que aquellos que bebían una copa o dos al día, reducían significativamente (que es una palabra que nos gusta mucho a los que publicamos ciencia, y que los medios de comunicación interpretan de una manera diferente al sentido que nosotros le damos) el riesgo de demencia.
La investigación no iba más allá a nivel molecular, con lo que no queda claro de dónde puede venir ese efecto de beber alcohol (insisto, los estudios epidemiológicos sirven para dar pistas, no para sacar conclusiones). Podría tener que ver con el efecto antioxidante del vino, pero, por qué no, también con el efecto “social” (sugiero yo) que supone beber (muchas veces, cuando uno bebe se relaciona socialmente, y eso supone tener al cerebro funcionando). Otros factores que no se especifican en la nota de prensa son el tipo de alcohol (cerveza, vino, gin tonic, güisqui, absenta…) ni el tamaño de la copa (jarra alemana de cerveza, copa de vino tipo balón, chato, copa larga…)
Habrá que replantearse aquello de beber para olvidar.
El cuadro es de Pablo Picasso: “La sombra sobre la mujer”.

7 pensamientos en “BEBER PARA NO OLVIDAR

  1. Yo conocí un día a uno de esos investigadores que le daba de beber a un pobre conejillo de indias sin parar (orellana I ) y el caso es que me costa su buena memoria…jejejejje. Saludos veraniegos

  2. Hola Orges,
    Cuánto tiempo! Hace mucho que no te escribo, pero sigo leyéndote frecuentemente.
    Es probable que el consumo de alcohol no vaya necesariamente ligado a mayor sociabilidad, sobre todo en EEUU, ahí el consumo individual es mucho más frecuente que aquí. De hecho, yo trabajo como psicólogo en temas relacionados con la publicidad y siempre que se intentaba importar directamente publicidad de Norte América a aquí teníamos que pararla porque nos econtrábamos con el mismo problema, la gente no conectaba con ella porque, aunque se tratara del mismo producto, ni los momentos, ni el tipo de consumo, ni las emociones asociadas al consumo tenían nada que ven… alí hay costrumbre de tomarse un copazo cuando llegas a casa de currar (como recompensa del largo día) y era un momento de intimidad individual y no social, así que el efecto social no tiene tanto protagonismo, sobre todo en gente que trabaja.
    Un abrazo

  3. Las “8 bebidas alcohólicas” corresponderían aproximadamente a media botella de licor, una botella y media de vino o dos litros de cerveza. De todas formas lo más importante es que limita la ingesta a “1 bebida alcohólica diaria a las mujeres y 2 para los hombres” (¡Por fin ganamos en algo!), por tanto el tema no es acumulable y uno no puede zampárselo todo el sábado por la noche… lástima.
    http://www2.journalnow.com/content/2009/jul/13/low-alcohol-intake-wards-off-dementia/
    Salut!

  4. Sergi, si lo de la buena memoria va por mi, creo que te tengo engañado. Eso sí, como conejillo de indias no tengo precio.
    Iñigo, tienes razón, y en parte se aprecia en las películas (que en este caso reflejan la realidad): uno llega a su casa y se sirve un copazo de vino sin nada para picar, a palo seco. Nosotros cuando vivíamos en USA si bebiamos socialmente, y conocimos a américanos que también lo hacen, pero no son la mayoría ni mucho menos.
    Mascar, gracias por la información y los siempre engorrosos cálculos. La verdad es que una botella y media de vino a la semana se me queda corta. Yo debo andar por las 2 y media o 3. Y ahora en verano hay que añadirle las cervecitas…  Vamos, que no hay quien me oxide.
    Saludos y gracias a todos.

  5. Cuando yo estudié nutrición, allá por mis tiempos mozos, me llamó la atención unagráfica que nos enseñaron sobre consumo de bebidas alcohólicas y mortalidad en general.
    Resulta que los que menos se morían eran los que bebian (de media) una copa al dia. Menos incluso que los que no bebían nada.
    Parece que un poco de alcohol es mejor que nada!
    En cuanto a lo de las copas, pues lo normal: un tercio de cerveza, un quinto de vino y un chupito de orujo tienen, a grosso modo, la misma cantidad de alcohol. Y esto es lo que se considera “una bebida”
    Un saludo

  6. Sibarita, gracias por el comentario.
    En cuanto a los volúmenes de las copas, si bien es ese que comentas el que se suele considerar al hablar de alcohol, en el caso de un estudio epidemiológico, donde lo que se hace es preguntar a la gente, es muy probable que en “una copita de vino” se incluyan volúmenes entre 100 y 300 ml (con lo que me reafirmo en al necesidad de coger los estudios epidemiológicos con la punta de los dedos).
    Saludos

Los comentarios están cerrados.