El tema de la lactosa de la leche y la intolerancia que presentan a la misma algunas personas, ya se ha tratado aquí en lamarga en algún post y sus comentarios (este, este y este otro). De hecho, ya se reseñaron estudios que apuntaban a que gran parte de los intolerantes a la lactosa no tienen necesidad de cambiar radicalmente su dieta y eliminar los lácteos; es más, ese cambio les supondría un inconveniente nutricional importante, ya que la leche es una buena fuente de un importante número de nutrientes que habría que buscar en otro lado si se elimina de la dieta. Y eso es lo que afirman ahora de manera más contundente en un informe elaborado por un panel de expertos del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unido de América (NIH).

Más concretamente, los expertos comentan que con una dieta en la que no haya leche desnatada o semidesnatada es complicado cubrir determinados requerimientos nutricionales (subrayan el calcio, la vitamina D y las proteínas). Parece ser que gran parte de los intolerantes a la lactosa no manifiestan síntomas si el consumo de este azúcar está en torno a los 12 gramos, que es lo que hay en un vaso de leche. También recomiendan que dicho consumo no se haga (en el caso de los intolerantes) con el estómago vacío.
Uno de los expertos comenta “Con la dietas modernas, que eliminan los lácteos –por la razón que sea- se puede llegar a un nutrición deficiente, con consecuencias a largo plazo sobre la salud”. Y es que hay una campaña bastante importante en contra del consumo de productos lácteos de manera indiscriminada, sin distinciones y sin bases científicas en la mayoría de los casos, y uno de los argumentos es precisamente el del gran número de personas que parecen tener un cierto grado de intolerancia a la lactosa.

El cuadro es “Fuente de leche manando en vano sobre tres zapatos” de Salvador Dalí.