¿PUEDEN LOS OLORES ALTERAR LA DURACIÓN DE LA VIDA?

Sin duda, una de nuestras percepciones más complejas es la del olor. Millones de neuronas adaptadas para detectar concentraciones ínfimas de diferentes moléculas, se apelotonan en el fondo de la cavidad nasal, proporcionando información de lo que hay en el ambiente circundante: comida, sexo, peligro, amigos, un botafumeiro oscilando en la catedral o el perfume más amado y ansiado.

Pero ahí no queda la cosa. Unos investigadores de diferentes universidades americanas han descubierto1 que existen olores específicos relacionados con la detección del peligro o de alimentos, que son capaces de activar un puñado de neuronas altamente especializadas, que provocan a su vez una alteración en el perfil fisiológico del animal, y por ende, pueden reducir la vida del animal. ¡La gallina!

Existían trabajos previos en los que se había sugerido el efecto de diferentes percepciones sensoriales sobre diferentes aspectos de la salud, e incluso sobre el rendimiento deportivo (para los fieras, lo estoy buscando, si lo veo entendible ya pondré algo). Por ejemplo, en gusanos y mosquitos se ha comprobado que si se les priva de la capacidad de oler o percibir sabores, viven bastante más (claro, siempre y cuando les des tú la comida y no tengan que buscarla).

Pues bien, estos investigadores han descubierto por primera vez un grupo de neuronas específicas y un compuesto odorífero que las estimula, que son capaces de alterar la fisiología y la duración de la vida del animal. Y el compuesto es (¡¡tachán!!) el CO2, dióxido de carbono o anhídrido carbónico. Las moscas modificadas genéticamente que no eran capaces de percibir el CO2 vivían más, eran más gorditas (en moscas esto parece no ser malo) y padecían menos estrés que sus compañeras que sí que podían percibirlo. Hay que recordar que el CO2 es uno de los compuestos que permiten a las moscas (y otros insectos) detectar dónde hay alimento. Estos autores habían demostrado previamente que simplemente oliendo los alimentos habituales, las moscas perdían los beneficios ocasionados por una dieta baja en calorías. Ahora han descubierto que ese efecto radicaba en el CO2.

¿Y en qué nos afecta esto a nosotros? Bueno, los autores postulan que este tipo de efectos se han descubierto en organismos que están muy lejanos genéticamente, y que seguramente se hayan mantenido a lo largo de la evolución, luego es más que probable que de alguna manera también nos afecte a nosotros. Así que a lo mejor, a la larga, nos vendría bien no oler determinadas cosas que nos provoquen estrés, o tener un programa de percepciones controladas, como sugieren los autores. Pero por otra parte, que vida tan triste sin poder oler lo que nos gusta tanto.

El cuadro es “Separación vespertina” de Paul Klee.

  1. Publicado en PLoS Biology, que además es Open Accesss, es decir, que el trabajo está gratuito en la red. []

6 pensamientos en “¿PUEDEN LOS OLORES ALTERAR LA DURACIÓN DE LA VIDA?

  1. Los sentidos están vinculados directamente a la subsistencia, pero en el ser humano los sentidos intervienen en la consciencia, por eso el ser humano modifica sus hábitos alimentarios más allá de la mera subsistencia.
    Me parece muy interesente el olfato que puede ser educado al unísono con el gusto.
    Un olfato delicado lleva también el gusto por lo delicado. En cambio el olor grosero de ciertos alimentos chatarra también hacen hábitos en el gusto.
    Los niños mal alimentados aprenden menos, también los sobrealimentados.
    Es decir la cultura y la alimentación forman hábitos, crean cultura y deforman
    lo delidacado de la condición humana en gustos groseros.
    El pensar está intimamente ligado a nuestra cultura, el alimento de calidad debería ser una posibilidad humana y no una posibilidad rentable.
    Si analizamos desde esta perspectiva a la producción actual de alimentos chatarra, a la producción industrializada de los animales y a una agricultura sin campesinos sabios y le aplicamos el «somos lo que comemos» y le sumamos «somos lo que producimos», imaginen a corto plazo adónde va a parar el pensar humano». Los alimentos nutren a partir de las formas de producción e inciden en nuestra conducta alimentaria, en nuestro sentir, en nuestro pensar y obrar. Si nos alimentamos de aces torturadas en celdas de engorde, que no tienen pasto, ni bichitos de la tierra, que no caminan porque no hay lugar, y esto nos parece normal, vamos a ir modificándonos sin advertirlo hasta quizás alegremente, hasta terminar con la conciencia humana.
    Nadie puede salvarse solo, este es el nuevo gesto social, acercarnos hacia un ideal humano más elevado.
    La nueva arma tecnológica de dominación masiva es el alimento y la herramienta con la que nos adormecen son los sentidos.
    El desarrollo de la conciencia activa y humana nos despierta, esa es nuestra posibilidad, despertarnos a tiempo. ¡Despertemos entonces!.- Ana María G.

  2. Muchas gracias por el comentario Ana María.

    Había escrito un largo comentario intentando rebatir tu postura, que (como cualquier lector de lamarga supondrá) está muy lejos de la mía. Pero no he sido capaz, porque tus afirmaciones son muy genéricas y muy vagas, y al analizarlas se me quedan en palabras vacías y se me escapan enre los dedos, como el agua. Solo decirte que llevo años y años yendo a industrias de alimentos, y no me había dado cuenta de que están confabulados para adormecernos los sentidos. Estas conjuras judeomasónicas son más propias de la teoría de la conpiración de algunos políticos.

    Por aclarar el sentido inicial de la entrada, lo que les ocurre a las pobres moscas es que, por oler aquello que les señala el alimento, se les produce un estrés que parece llegar a reducirles la esperanza de vida. No son olores de McDonalds o de Pizza Queen, sino el de las manzanas cuando maduran.

    En fin, en la variedad está el gusto (en eso estaremos de acuerdo)

    Saludos

  3. No termino de comprender el significado biológico de aumento de supervivencia por falta de olfato, pues de entrada parece un contrasentido. No sé el diseño del experimento, pero ¿las moscas olían el CO2 y a la vez consumían alimento, o sólo recibían estímulo olfativo? Entendería que oler repetidamente un alimento apetecible sin degustarlo termine generando estrés. ¿O es que las moscas ante la presencia de alimento se vuelven locas como quillo maquinero en discoteca y ello les termina pasando factura vital? En cualquier caso lo observado en estos insectos es muy diferente a lo que se sabe en humanos.

    En nosotros la falta de capacidad olfativa (anosmia) está relacionada frecuentemente con depresión. Hay que recordar que la conexión cerebral de la vía olfativa se establece con el sistema límbico, región donde se carburan las emociones, pasiones y demás comportamientos «irracionales». Se postula que la relación de la vía olfatoria con la amígdala (no la de la garganta, sino un complejo neuronal ubicado en lo profundo del lóbulo temporal y componente del sistema límbico) interviene en los trastornos anímicos de quienes sufren anosmia. Hay otras alteraciones olfativas relacionadas con depresión: la parosmia (distorsión de los olores) y cacosmia (especie de alucinación olfativa donde el afectado siente olores que no existen, habitualmente repugnantes).

    En relación con el comentario de Ana María, realmente el sentido del olfato y del gusto en la población urbana se ha ido emprobreciendo, se supone que debido a la reducción de las variedades de alimentos disponibles, que favorece a las variedades de mayor rendimiento, y a la tendencia a comercializar productos de sabores sencillos, planos y fácilmente aceptados por el común (por poner como ejemplo el uso de vainillina, aroma plano, en vez de la riqueza de las diferentes vainillas, o el uso de cacao económico en contraposición al bouquet de un grand cru de cacao). Pero esto, claro, tiene como objetivo sacar el mayor rédito monetario, como en cualquier otra actividad económica, no el objetivo de dominar a la humanidad y de privarles del placer de sus sentidos.

  4. Grascias por comentario Flat.

    El diseño es complejo, pero básicamente la única diferencia entre los grupos era la capacidad para percibir determinados compuestos en base a la expresión de unas proteínas que forman parte de unos receptores en als neuornas olfativas:

    We find that a specialized population of olfactory neurons that express receptor Gr63a (a component of the olfactory receptor for gaseous phase CO2) affects fly lifespan and physiology. Gr63a loss of function leads to extended lifespan, increased fat deposition, and enhanced resistance to some (but not all) environmental stresses. Furthermore, we find that the reduced lifespan that accompanies exposure to odors from live yeast is dependent on Gr63a.

    Y sí, por supuesto es diferente, y menos complejo que en humanos, pero lo que es cierto es que muchos de esos receptores se encuentran en organismos muy lejanos filogenéticamente. Hombre, es un triple salto mortal postular que el efecto será similar en organismos superiores, pero como línea de trabajo (estrés asociado a percepción) no deja de ser interesante.

    En cuanto a la pérdida de capacidad olfatoria en humanos…. buf. A ver, es posible que el entrenado sea capaz de darse cuenta de que percibe más matices que el acostumbrado a unos pocos solores, pero seguramente la capacidad real de percepción sea similar, porque llevamos muy pocos años de dietas pobres y de reducción en el numero de variedades como para que eso se concrete en un cambio persistente en los genes. Es decir, que los receptores están allí, como estaban en nuestros tatarabuelos. otra cosa es que a fuerza de no percibir matices, los tengamos poco acostumbrados. Otra cosa es que percibamos menos que especies que neceitan del olfato para poder sobrevivir, pero ahí ya sí ha habido tiempo suficiente para que los cambios se hayan asentado a nivel molecular.

    Saludos

  5. Hola Orges, la pregunta que a mi me ronda es ….¿cómo le podrá afectar esto a mis panelistas de la olfactometría??…….

  6. Julita,

    ¡¡Madre de dios, que no se enteren!! Imagínate que todos dimiten en masa, asutados de una posible muerte prematura por estar todo el dío oliendo, qué iba a ser de tu tesis.

    Gracias por el comentario

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