ESTA ME HA AFECTADO

Muchas de las noticias sobre aspectos de nutrición y salud que se comentan aquí en lamarga, aún siendo interesantes y creando inquietud (qué voy a decir yo) no tienen después repercusión en el comportamiento inmediato, o al menos no en mí. Pero está sí, esta ha cambiado ligera pero inflexiblemente mis costumbres.

Y es que en un artículo publicado en la revista Biology Letters, unos investigadores han señalado que los niveles de mercurio en los pescados están muy ligados a la especie, y dentro de los túnidos (atún, bonito, albacora…) existen variaciones muy claras en función de la especie concreta de la que se trate. Así, los autores del estudio recomiendan que aquellas personas que sean consumidores habituales de pescado deberían tratar de no repetir con mucha frecuencia en su dieta las especies de este tipo de peces con mayores niveles de mercurio, pero lo cierto es que saber la especie concreta de atún que uno consume es difícil en ocasiones.

Yo como túnidos con mucha frecuencia, incluidos en la ensalada (a nivel de ensalada que diría un amigo mío). Digamos que en torno a 5 días a la semana de media. ¡¡Buuuu uffff! ¿Es demasiado mercurio?? Complicado saberlo, pero ante la duda, una estrategia recomendable es variar, no comer siempre lo mismo (aunque parezca sano a priori), sino hacer la dieta lo más diversa posible. De esta manera cualquier posible efecto nocivo queda un tanto diluido. Así que he optado por diversificar en las últimas semanas: caballa, sardinas, sardinillas… Y lo cierto es que esa variedad no solo me permite intentar disminuir los niveles de mercurio ingeridos (no sé si conseguir, porque a la vista de los valores que refleja la página de la FDA, se puede volver uno loco y acabar comiendo exactamente el mismo mercurio), manteniendo la ingesta de ácidos grasos omega-3, sino que, como en tantas otras cosas, en la variedad está el gusto, y lo cierto es que la ensalada con caballa y parmesano es espectacular.

El cuadro es “In the black circle” de Kandinsky.

4 pensamientos en “ESTA ME HA AFECTADO

  1. enhorabuena por el cambio! está mucho mejor, pero veo que todavía tiene algún problemilla…
    En mi pantalla los widgets aparecen al final de la página, después del texto, pero puede ser porque no es apaisada… creo que en otras pantallas debe salir normal (por lo menos eso me pasaba antes con mi blog, que también es de wordpress) y lo que echo de menos es un buscador, yo utilizaba mucho el que tenías antes y me resultaba muy práctico
    Un saludo,
    Íñigo

  2. No debes preocuparte en exceso por la posible ingesta de mercurio. Es muy importante saber en que estado se encuentra ese mercurio en el alimento. En general se mide el mercurio total. Cuando me dediqué a estudiar contaminación marina durante 5 años, un profesor, o algo que leí, no lo recuerdo, nos informó que, en estudios con cilindros de hielo, las concentraciones de mercurio habían sido relativamente altas en el pasado lejano. La explicación era que las emisiones de los volcanes pueden contener compuestos con Hg, y estos son volátiles. Con el plomo no se observa este efecto, es un contaminante muy relacionado con la actividad humana, o sea como dicen los del rollo: antropogénico.

    Bien, esto no nos puede llevar a despreocuparnos por el contenido de Hg en atún, por ejemplo. Pero si lo vamos a estudiar en detalle, el atún no sólo contiene mercurio, también está contaminado por PCBs, dioxinas, hidrocarburos, PAHs, plaguicidas organoclorados, … No existe ningún alimento libre de contaminación en nuestro planeta. Tanto es así, que la vida se deberá adaptar a convivir con estas substancias, y continuar como siempre lo ha hecho…

    Si en el atún huniera, o en los alimentos con lo que lo acompañamos, algún quelante, no absorbible en el intestino, hasta podríamos reducir su efecto negativo.

  3. Íñigo,

    Gracias por los consejos. Ya he puesto la barra de búsqueda, y de las otras cuestiones, se lo diré a mi admin, que yo de esto sé poco o nada.

    Saludos

  4. Gracias por el coemntario y la información José Antonio,

    Tienes toda la razón, si nos preocupamos un poco más en detalle por lo que comemos, aparecen tantas cosas…. En cualquier caso, el tema de la variedad en la dieta siempre es positivo, tanto desde el punto de vista nutricional, como desde el sensorial e incluso por variar el tipo de tóxico que te metes para el cuerpo, y que no se acumule siempre el mismo.

    Por cierto, crees que los quelantes presentes en los vegetales podrían tener algún efecto apreciable en este sentido que señalas

    Un abrazo

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