OTRA VEZ ALIENTO A AJO

El otro día, en la entrada sobre los artículos de Harold, se comentaban aquí en lamarga algunas de las razones por las que el ajo huele tan a ajo, tan intensamente, por qué provoca ese aroma bucal no siempre agradable para todo el mundo. Pues bien, qué casualidad que en un artículo publicado recientemente en el Journal of Food Science1, unos investigadores de la Universidad de Ohio (USA) explican cómo han comprobado que el consumo de leche disminuye la presencia en la boca de esos compuestos con aroma inequívocamente a ajo.

Y para poderlo constatar, utilizaron una curiosa técnica (ya se viene usando desde hace unos años) que consiste en introducir un tubito en la nariz y/o boca, mediante el cual se extrae el aire allí presente, que es el que estamos emitiendo y percibiendo, en el que están los compuestos aromáticos que olemos y que los demás nos huelen. A través del tubo esos compuestos se lleva hasta un espectrómetro de masas, donde se identifican y cuantifican.

Entre las cuestiones que se estudiaron, destaca que la leche entera tiene un mayor poder desodorizante que la leche desnatada, y que la introducción de los ajos en leche antes del consumo es más efectiva que beber leche después de consumir ajo. Con lo que los autores concluyen que la ingestión de bebidas o alimentos con un elevado contenido acuoso (por ejemplo, el agua) o de grasa, como la leche, podría ayudar a reducir el olor a ajo en el aliento y a enmascarar dicho olor en las comidas. E insisten en que el efecto es más visible (más «olible») si se mezcla la bebida (leche en este caso) con el ajo antes de comérselo.

Vamos, que si tienes una cita una noche y no puedes aguantarte las ganas de zamparte un pan untado con ajo, mételo (el ajo) en leche antes de untar la tostada. Y si el ajo te ha venido en la cena, en el restaurante, pide un vaso de leche (o dos) al final, en vez de un café solo. Además, quedará más chic, más sano y más natural, llamarás la atención y tu cita caerá rendida a tus pies (sobre el olor a pies hablaremos otro día).

La obra es “Naturaleza muerta con arenques ahumados y cabeza de ajo”, de Vincent Van Gogh.

  1. Journal of Food Science, Vol 75, Issue 6, pages C549–C558, August 2010 []

2 pensamientos en “OTRA VEZ ALIENTO A AJO

  1. Gracias por el comentario, David.

    Seguramente sí, si se consigue menos aliento por una disminución en los compuestos aromáticos al meter el ajo en la leche, será porque la presencia de estos compuestos (el aroma a ajo, al fin y al cabo) será menor también en el plato. Si es que todo no puede ser.

    Saludos

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