AQUABONA

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Los anuncios de aguas minerales casi siempre me parecen casi engañosos, jugando con medias verdades, sugiriendo veladamente pretendidos efectos saludables de una u otra marca, empleando los manidos y equívocos términos de “natural”, “ligera”, “saludable”… Así las cosas, hace poco vi por primera vez el anuncio en TV de “Aquabona”. Ya me disponía a escandalizarme con la semifalsa publicidad, cuando me sorprendió un anuncio (sobre todo la primera parte) original y medianamente sincero. ”…Beber agua es bueno. Necesario y bueno. Es tan bueno beber agua del grifo como de la botella más cara del mundo. Cualquier agua potable del planeta te hidrata, te refresca, te equilibra. Puedes tomarte 5 litros de agua al día que no serás más guapo ni más inteligente….” Después se añaden informaciones relativas a la escasez de agua en el planeta y a la necesidad de no maltratrar la naturaleza, y a que la marca en cuestión respeta el agua natural.
Pero yo me quedo con esas dos frases: es tan bueno beber agua del grifo como de la botella más cara del mundo, y beber 5 litros de agua al día no te hará más guapo ni más inteligente. Después me enteré de que se trata de una marca que pertenece Coca-cola. Me da igual; ¡Ole ahí sus huevos!
El cuadro es «Desnudo reclinado» de Millet.

¡POR FIN!

imagePor fin una normativa (europea) regula la publicidad de los alimentos (en este enlace está el documento completo). Parece que a partir de ahora los anuncios de alimentos alegando propiedades semi-milagrosas, o las etiquetas tranquilizadoras que aparecen en muchos productos elaborados, van a verse drásticamente limitadas. Aunque en algunos casos las nuevas normas no son de inmediata aplicación, lo importante es que para poder declarar o anunciar propiedades nutritivas o efectos sobre la salud de algún alimento (incluso en campañas institucionales, con dinero público), será necesario tener un aval científico firme y publicado en revistas de prestigio, que deberá ser evaluado por las autoridades o expertos pertinentes. De un plumazo se caen un montón de anuncios de la parrilla. Pero a lo mejor se encuentran con que malamente se puede hablar de casi nada, porque revisando la bibliografía científica, uno siempre se encuentra artículos serios que discrepan de determinados efectos. Por ejemplo: parece asumido que la grasa del pescado (rica en ácidos grasos omega-3, ya comentados en algún otro post en lamargarita) tiene propiedades beneficiosas en la protección frente a enfermedades cardiovasculares, pero hay científicos de mucho prestigio que cuestionan está afirmación (o la matizan).
Hay algunos párrafos de la nueva normativa que son lapidarios: la publicidad no podrá referirse a cambios en las funciones corporales que pudieran crear alarma en el consumidor o explotar su miedo, tanto textualmente como a través de representaciones pictóricas, gráficas o simbólicas. Lo que quiere decir que en la actualidad estas estrategias se utilizan. ¡Jo!
Ya era hora de que se limitase el uso de la ciencia para vender mentiras.

COMENTARIOS MEDIÁTICOS VARIADOS

imageCon el ataque troyano (me encanta la analogía) a nuestro servidor en estas fiestas, no tuve tiempo para algunos asuntos que no dejaban de ser graciosos. Ahora he acumulado unos cuantos, así que no le dedicaré mucho a cada uno (que no lo merecen).
Leí en un dominical, justo al comienzo de la Navidad, una entrevista a varios cocineros en la que explicaban qué iban a cocinar para Nochebuena. Me resulto curioso el comentario de uno de ellos, que decía que haría algo ligerito, sin muchas calorías ni grasa, y hablaba de una tabla de Ibéricos, quesos, y algún guiso tradicional. Bueno, que conste que yo soy un gran defensor de los productos del cerdo Ibérico y de los quesos, vengan de donde vengan, pero calificarlos de ligeritos o bajos en grasa…

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