¿Está cambiando el clima?

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La respuesta a esta pregunta nunca puede ser negativa. El sistema climático es un sistema abierto y dinámico y por lo tanto variable en el espacio y el tiempo.
Hasta mediados del siglo XIX la capacidad tecnológica del hombre para modificar el contenido gaseoso de la atmósfera era limitada, sin embargo a partir de ese momento los cambios han sido apreciables. A modo de ejemplo, la concentración de dióxido de carbono en 1860 era inferior a 280 ppm, sin embargo a comienzos del siglo XXI la cifra supera las 370 ppm. Probablemente se trata de la cantidad más elevada en los últimos 20.000 años y se debe directamente a la quema a gran escala de combustibles fósiles en los dos últimos siglos.

Muy pocos científicos dudan del efecto calentador de ciertos gases, los denominados gases efecto invernadero, sobre la temperatura del aire (demostrado de forma contundente por el premio nobel Svante Arrhenius hace más de 100 años). Por lo tanto, es lógico pensar que si aumenta la concentración de estos gases en la atmósfera (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, etc) subirá forzosamente la temperatura del aire (de hecho ya ha subido, está subiendo y subirá).
Otro dato preocupante es el elevado tiempo de residencia de estos gases. Una molécula de dióxido de carbono inyectada en la atmósfera tarda unos 100 años en abandonarla. Con este dato sobre la mesa podemos entender que durante el presente siglo vamos a sufrir las consecuencias del gas arrojado durante el pasado siglo XX (que fue mucho).
Desde esta perspectiva resulta ridícula la cifra de reducción contemplada en el Protocolo de Kyoto (un 5,2 % respecto a las emisiones de 1990 para el cuatrienio 2008-12). Cualquier climatólogo honesto sabe que para minimizar el problema (digo minimizar y no solucionar) la reducción debe ser de al menos un 50 %. Esta medida es incompatible con el actual modelo de producción energética (aunque parezca increíble, ¡la humanidad consume 2,5 millones de litros de petróleo al día!) y además nadie quiere un parque eólico que le impida volar en ala delta, una planta de energía mareomotriz que profane el romanticismo de un acantilado, una central nuclear que pueda sufrir algún escape o renunciar a ir a recoger a sus hijos al colegio en un todoterreno que consume más de 15 litros de combustible cada 100 km.
Con varios argumentos científicos que guardo por cuestión de espacio concluyo que el calentamiento del planeta es el principal problema ambiental del ecosistema global. Lejos de coger el cetro del ángel exterminador, hago mías algunas ideas de James Lovelock cuando apunta que el desarrollo tecnológico y científico que contribuye a nuestro bienestar también está perjudicando el cuerpo del planeta que nos alberga. La Tierra tiene un acceso febril del cual sin duda se recuperará, alcanzando un nuevo equilibrio en condiciones muy limitantes para el virus que le provocó la calentura. Cuidado con la Tierra, tiene alma, es lista y son legión …

(Para Manuel y Sara C.T., bellos y delicados compañeros de viaje)

15 pensamientos en “¿Está cambiando el clima?

  1. Pero siempre nos queda la esperanza de que las cosas cambien, de que se acabe el combustible fósil, de que desarrollen la fusión, de que el hidrógeno se pueda producir de una manera barata….
    De que los cambios no antrópicos compensen los producidos por el hombre, de que la cantidad de CO2 en la atmósfera, por ser alta, potencie el crecimiento de las plantas, de que no se deshiele tanto hielo como cabía esperar….

    De que las especies (la mayoría) consigan adaptarse…
    Me quiero engañar, quiero ser optimista por una vez. Y es que cuesta tanto renunciar al estado del bienestar basado en la destrucción gradual del planeta….

  2. Mi querido amigo ¿de quién depende la esperanza? … Tu velada adherencia al estado del bienestar, tu optimismo basado en la no admisión de los hechos y tu nebuloso discurso sobre la esperanza te convierten en un perfecto candidato para Secretario del Departamento de Energía de Estados Unidos (de América del Norte).

  3. jgkf jglfkkjgkl kl kldfj ldkjld kgreffkmvmk mkkmkmfmfkksd mmksdfms.
    Necesitaba decir algo, pero esto ha sido todo cuanto me ha salido.
    He querido entender a través de lo que escribes que nuestros hijos y nietos pueden tenerlo más negro que nuestros biznietos, siempre que se camine en la dirección aropiada.
    Claro, que también he entendido que no se está caminando en esa dirección.
    ¿Se puede hacer algo?
    ¿Estamos hablando de generar una conciencia social determinada o de simplemente resignarnos a que nuestros dirigentes tomen alguna decisión trascendente y positiva al respecto?
    ¿Le mandamos un mail a Ibarra?
    Si han sido capaces de hacer temblar los pies de Microsoft, tal vez puedan tambalear las bases de Kyoto y convertir a Extremadura en un abanderado de la cordura mundial.
    Oye, que lo digo en serio. Que soy tan osado como ingenuo.
    Si Juan Pablo II protagonizó 3 milagros, ¿porque no vamos a poder poner uno en marcha los margaritos?

  4. Mi adherencia al estado del bienestar no es nada velada, es plenamente reconocida e impotente. Es un poco como el fumador que no sabe dejar de fumar. Y también un poco por reducción al absurdo: con miles de personas movilizándose y montones de científicos advirtiéndonos, y líderes mundiales poniéndose de acuerdo, solamente se ha conseguido Kyoto, que (nos dices) no serviría de mucho y además no se cumple. ¿Qué me queda sino la esperanza, por muy absurda que sea?

  5. Creo que hay dos cuestiones:
    1. Que la economía, de momento, vence a la ecología.
    2. Qué puedo hacer yo para cambiar esto.

    (Se aceptan todo tipo de terapias…)

  6. Creo que lo que tenemos que tener claro es que lo que está en juego no es la vida en la Tierra, sino el modelo de vida que hay ahora sobre la Tierra. Me preguntoque pensará  una bacteria que habita en un volcán. Le llenará de esparanza para que sus descendientes tedrán mayores posibilidades de desarrollo en breve.
    Creo que es bueno recordar que todos los antecesores de nuestra especie han desaparecido por cambios climáticos y que nosotros mismos nos desarrollamos gracias a uno. Nuestra extinción simplemente sería una más en la cadena de la vida.
    Según decía Ortega y Gasset, un optimisma es un pobre ignorante que no se ha enterado de la realidad.

  7. Comparto plenamente el comentario de Pedro (me parece excelente). Actualmente el Homo sapiens es una de las 1.750.000 especies conocidas por la ciencia (teniendo en cuenta el desconocimiento sobre invertebrados, hongos y bacterias seremos unos 14.000.000). Si personalmente asumimos nuestra muerte como un hecho natural, porqué no asumir nuestra extinción como especie. Es un proceso lógico en el funcionamiento del sistema global.
    Respecto a otros comentarios se me ocurre (así, de pronto), que la Tierra es más compleja y poderosa que Microsoft, que Ibarra no es Bush, que los optimistas (en el contexto de nuestra discusión) además de ignorantes son demagogos y que, lógicamente y por desgracia, la economía siempre ha estado por delante de la economía …
    Veo que muchos hablan continuamente de sus hijos, nietos, biznietos y bla, bla, bla, como sus sucesores y pobres víctimas … yo pienso en el futuro y me imagino algas, bacterias, y bla, bla, bla, … como mis legítimos herederos.

  8. Me está jodiendo a mi ya este temita.
    No me queda claro quién está en una vertiente y quién en otra. Tengo muchos menos datos que tú Antonio y tú yo sabemos que mi modelo de vida se aproxima más al de ángel exterminador que el tuyo. Sin embargo acusáis de demagogia a quien esgrime alguna esperanza.
    No os confundáis. Por mi parte no persigo la perpetuación de mi especie sino simplemente el envejecimiento digno y coherente de la misma. Como persona sé que me moriré, pero a su tiempo y con el menor sufrimientoposible, espero. Lo mismo le deseo a mi especie.
    Por otra parte, digamos que hasta los pesimistas se confunden y que para mi ni Bush, ni Bill Gates ni la madre que los parió se me antojan tan distantes. Permitidme una pequeñita elucubración:
    Al Dios (Microsoft) le han temblado los pies de barro. El mazazo no se lo ha dado Apple, ni IBM, ni ningún otro gigante. Se lo ha dado el software libre y gratuito (el pueblo). El gigante se tambalea como consecuencia de la movilización del proletario tecnológico. Y eso que no soy precisamente un fanático defensor del software libre.
    Pues lo mismo con Bush. ¿No has visto la película “Bichos”? ¿Cómo se enfrentan las hormigas a los saltamontes?
    Con convicción, con unidad, con firmeza, con resolución, con ilusión.
    Que nos vamos todos a tomar por culo por el calentamiento del planeta es una realidad. Bueno, es una realidad con permiso (como decía esta mañan mi cuñao) de algún tsunami, del vecino de Elche y su martillo, o de algún iluminado más.
    Hasta entonces no creo que sea un delito el intentar conservar lo que tenemos y desear su conservación en un futuro. Un futuro al alcance de nuestras manos. Me preocupan mis nietos, no mis descendientes dentro de 20000 años.
    Optimimo= ignorancia, demagogia, … Y una mierda Antonio
    Por mi parte, acepto la artrosis a los 80 pero no a los 40. Eso es optimismo

  9. Habla ahora el más sosegado y reflexivo Ignacio con la intención de matizar y enriquecer (no contradecir) lo antes escrito.
    Está bien, asumo lo de ignorante, pero no lo de demagogo.
    Es evidente que las cosas no están bien y que los hilos se mueven desde muy arriba. Demasiado tal vez.
    ¿Cuál debe ser por tanto una actitud serena, no ignorante, madura coherente?
    Un poco de luz por favor, aunque sea al final de túnel

  10. Bueno, a mí no me inquieta que dentro de 2000 años sobre la tierra haya bacterias, plantas, humanos, nuevas especies o minerales parlantes. A mí me preocupan los que me rodean, a los que quiero, y no le deseo el mal a nadie (incluyase plantas, animales…). No soy tan altruista como para contemplar mi desaparición como algo natural. La muerte también lo es (natural, inevitable), y uno intenta vivir todo lo que puede en el mejor estado posible. ¿No es acaso natural intentar que los genes de uno mismo perduren lo máximo posible? ¿No estamos acaso programados únicamente para eso?
    Hay una doble vertiente: la egosita a corto plazo de vivir bien a costa del futuro de la tierra tal y como se entiende ahora, y otra, la preocupación porque nuestros hijos (a lo sumo nietos, a mi los biznietos no me inquietan) puedan pasearse por el campo y apreciar lo que ahora tenemos. ¿Son incompatibles? ¿Cuál pesa más?
    En cuanto a las repercusiones sobre dios de lo que hagamos las hormiguitas: no me gustan las películas de Disney y sus moralinas ; no me gustan los cambios violentos (soy un cobarde). En fin, que soy como esos otros muchos que se sumarían a una protesta global una vez que todo estuviera rodado.

  11. Estos plumillas que por aquí deambulamos estamos perfectamente adaptados a nuestro medio (profesores, empresarios…) e intentamos sobrevivir y perpetuarnos y nuestra vida está orientada a ello, no creo que se pueda negar esto.
    Que todo está en movimiento perpetuo etc, pues claro, pero no creo que las bacterias contraten a ningún abogado para esclarecer el testamento de Antonio o el mío. 

  12. Y hablando de milagros… el tema del petróleo se me hace como el del cuerno de la abundancia. Lógicamente tendrá que acabarse algún día, sin embargo parece como si nunca se fuera a acabar. Millones y millones de toneladas de petróleo siguen saliendo de las entrañas de la tierra. Me pregunto si ese petróleo está ahí dentro porque tiene una función determinada y de alguna forma le es necesario al planeta. También me pregunto qué pasa con el vacío que deja el petróleo extraído.
    ¿Alguien puede hacer un comentario al respecto?
    Antonio, ¿qué opinas del tema?

  13. Hola Maruca,
    más vale tarde que nunca … Respecto a tu comentario se me ocurre subrayar que el petróleo es un recurso finito. Por ejemplo, varios estudios del Geological Survey de EE.UU. apuntan que en el 2020 vamos a tener serios problemas para cubrir la demanda mundial. Muchos geopolíticos justifican de este modo la demencial política exterior de EE.UU. en Oriente medio (garantizar los yacimientos de Arabia, Irak e Irán en ese horizonte temporal).
    Respecto a qué pasa con el vacío que genera el petróleo extraído … el problema que genere ese vacío no va más allá de una subsidencia local del terreno. Para mí el problema radica en el “espacio que llena el petróleo vaciado” (contaminando una costa o calentando la atmósfera) … Al tratarse de un contenedor de gran parte del CO2 fijado por los bosques desde el Carbonífero, desequilibra el ciclo natural de absorción-emisión de CO2 con un paulatino y constante incremento del efecto invernadero …

  14. Gracias, Antonio. Sí que es verdad que el tema del petróleo no es sólo respecto a lo que ocurre bajo la superficie de la tierra o respecto a la finitud de su existencia, sino lo que está ocurriendo con las cantidades que se extraen.
    No estamos hablando de problemas en el futuro, sino en el presente: Culturas indígenas y especies de animales o plantas desaparecidas o exterminadas, aumento del número de casos cáncer, sida y enfermedades mentales…
    Las intenciones del sistema económico distan mucho del bienestar global.
    Nuestra generación va a tener el ¿privilegio? de ser testigo de cambios forzados, ya sea por la escasez de los combustibles fósiles, el creciente desequilibrio ecológico, o el propio desequilibrio del género humano, porque a saber lo que estamos comiendo, bebiendo y respirando.
    Preocuparme no me soluciona la papeleta y además posiblemente limitaría mi atención a aspectos de la vida de los que quiero disfrutar mientras viva. Sentarme a esperar que los que tienen a su cargo responsabilidades que nos atañen a todos (políticos, banqueros, economistas …) cambien de actitud y de estrategia, tampoco me va a servir de mucho. Estas personas están siendo educadas en universidades que están al servicio del sistema vigente. Quizás simplemente pongo mis esperanza en los padres y madres de las nuevas generaciones, en sus maestros y profesores, en que pongan su grano de arena para que el género humano recupere una forma equilibrada de actuar.
    Mientras tanto voy a ver si uso menos el coche, cuando me sea posible, y camino más.

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