8 pensamientos en “Miradas: Georges de La Tour

  1. Si Maoma no va a la montaña, la montaña debe ir a Manoma.
    Qué bueno que a uno le lleguen a casa preciosidades. Que a uno le enseñen cosas que otros han hecho.
    Intentaba leer tu comentario pero después de unas palabras los ojos se me iban de nuevo arriba.
    Creo que me moriré sin perder la capacidad de enamorarme en un instante de imágenes, sonidos, olores, …
    Siempre lo dijisteis: soy un mitómano

  2. Me encanta de la Tour. Al principio, acomplejada, no lo reconocía, pero me encanta “ver” sus cuadros, pero como dicen los ingleses con una miarda atenta, con una “gaze” no con un “look”. Al natural son imponentes.

  3. Está embarazada?, la vida y la muerte?, las que hemos estado preñadas conocemos el gesto y la postura.

  4. Sí, los maridos y compañeros de embarazadas hemos sido testigos. Y de los tobillos ligeramente tumefactos, y de la sensación de letargo, de sopor, de cansancio. Y de la preocupación.

  5. De buena esperanza, es verdad.
    Por cierto, ¿alguien “cliqueó” el enlace tempus fugit? A mí me inquieta…

  6. inquieta y angustia. Tal vez sea que no queda ningún rastro del segundo pasado.
    En cualquier cosa el señor nakamura siempre fue inquietante y con el tiempo en las manos más aún.

  7. Gracias Manolo por presentar esta imagen. Sí, hay mucha serenidad en ella.
    Es la serenidad de la que sabe que va a morir, pero aún así decide ensimismarse en el instante de vida (de luz), que es el momento en que vive.
    El tiempo pasa, es cierto, pero el instante es siempre presente: va con la vida, va con la luz, va con la conciencia de ser.
    Es como subirse a la cabecera del tren e ir mirándolo todo, en vez de quedarse frente al paso a nivel a ver cómo pasa el tren.

  8. Rectifico:
    Es como subirse a la cabecera del tren e ir mirando todo lo que viene, en vez de quedarse en la cola del tren mirando lo que ya ha pasado.
    La llama de la vela es siempre nueva.

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