ANISAKIS (recuperado)

En cierto modo se veía venir. Tenemos unas autoridades sanitarias que, para bien o para mal, son muy proteccionistas. Y el tema de anisakis en el pescado rondaba desde hacía algún tiempo. Finalmente, parece ser que se va a prohibir el consumo de pescado que ¡¡¡¡¡¡¡previamente no haya sido congelado!!!!!! Es decir, que por si acaso alguien pretende cocinar de una manera excesivamente ligera el pescado (hola, Joan Roca, ¿se vende mucho el libro?) o comérselo crudo (¿qué tal, señores japoneses?) , todos los demás tendremos que jodernos y comer pescado congelado. Teniendo en cuenta que el tratamiento térmico por encima de 60ºC es tan efectivo como la congelación en la destrucción de las larvas de tan afamados gusanitos (los anisakis, ver post sobre anisakis de hace unos meses), no se comprende que las autoridades no den la opción de utilizar cualquiera de los dos métodos. Es decir, si quiero pescado crudo, congelo; si quiero pescado cocinado, me aseguro más de 65ºC en el interior. No se fían. No deben haber estudiado a fondo en qué consiste un plan de análisis de peligros y puntos críticos de control. Es ciertamente escándaloso que existan multitud de sustancias nocivas a las que uno puede acceder libre y legalmente, y no pueda consumir una merluza a la romana que no haya sido previamente congelada. En la noticia no se dice nada de los mercados de abasto y pescaderías. ¿Se fiarán la autoridades de que los consumidores no queramos intoxicarnos? Dentro de poco, desapareceran los huevos frescos. Y un poco después, cualquier comida perecedera. Ir a comer pescado fresco a la costa deja de tener sentido. ¿No se dan cuenta de lo que esto significa?

Yo ya lo dije….

Y no lo dije porque yo sepa mucho de esto. Hace dos años, en un congreso sobre lípidos al que asistí en Edimburgo, uno de los especialistas más prestigiosos en temas de acidos grasos y salud, explicó que no había datos concluyentes sobre el efecto positivo de los omega-3 (los ácidos grasos del pescado) sobre la salud. No quiere decir eso que no muestren ningún efecto, pero parece que los estudios que hay hasta ahora no aportan evidencias suficientes como para afirmar esa relación de manera irrefutable (gran revuelo). image
Ahora este autor lo ha publicado en el British Medical Journal, y queda recogido en el país. No obstante, en esa misma revista científica pueden encontrarse artículos en los que se opina todo lo contrario…. ¡¡Qué diver!! A veces no es bueno que la información científica salga demasiado pronto y sin digerir a la palestra (creo).
Habrá que avisar a los de los cerdos enriquecidos en omega-3 que no se hagan muchas ilusiones.

LO TENGO FRESCO….

surrealdown

Veranear en la costa conlleva habitualmente un cambio sustancial de la dieta. Tal vez el más agradable es poder disfrutar de pescados y mariscos frescos, que siempre parecen resultar infinitamente más sabrosos que en el interior, lejos del mar. Aún con el desarrollo de los sistemas de conservación, con una rápida refrigeración y un transporte asombrosamente eficaz, el pescado en el interior parece no llegar nunca a la calidad del de la costa.

Seguramente todo esto tiene un componente subjetivo: estamos de vacaciones, descansados (¡¡sin comentarios!!), pagamos mucho por cualquier cosa… En esas condiciones no resulta sencillo reconocer que algo no nos gusta. Pero hay su parte de verdad. En el pescado, al contrario que en su prima cercana, la carne, la frescura es trascendental.

Sigue leyendo